lunes, 28 de febrero de 2011

Escuelas de guión


Uno googlea “escuelas de guión” y sólo aparecen 1410 resultados. Jamás pensé que hubiera tan pocas referencias sobre la enseñanza de mi profesión en esta globo-esfera en la que cualquier otra cosa se cuenta por millones, menos al parecer, las escuelas de guión. Y es preocupante. Y más preocupante aún que tales referencias contadas, se refieran casi siempre a cursos que imparten guionistas con vocación, guionistas sin trabajo y guionistas charlatanes, y no a escuelas de guión.
La narrativa cinematográfica –la reina de la cultura pop junto a la canción- se sustenta casi en la nada. ¿Cómo vamos exigir mejores historias si no hay un buen caldo de cultivo académico tras ello? Uno puede ser autodidacta, haber estudiado cualquier  cosa relacionada con las letras, o sacarse un título en una universidad de verdad: pública, porque las privadas priman el negocio frente a la educación. Uno puede muchas cosas, pero al final de cuentas lo que vende, son cuentos; mejores o peores. Yo no defiendo al que estudia ni ataco al que no lo hace. El cine se hace de todo tipo de personas con una misma inquietud: contar una historia. Así de simple.
Y muchas de las veces las historias vienen (llegan) “así, de la nada”, talento mediante. Pero muchas otras veces, se fraguan y se gestan de un modo lento: para estos casos y para los casos en los que la inspiración divina falle, lo mejor es pasarse por una escuela de cine, y preguntar por su curso, o en el mejor de los casos, cursos de guión.
En este artículo no voy a hacer apología de ninguna escuela. Odio las banderas, los grupos de ex alumnos y los chupópteros que nunca abandonan las aulas y viven años en la inopia de la supuesta libertad creativa y de la ingenuidad laboral que les proporciona, cual droga, la universidad en la que estudiaron y ahora trabajan. Lo académico, como lo político, analizado caso por caso, sino no me lo creo.  Pero la defensa general en el mundillo guionista de la escuela y su sistema, como dice Natxo López en Guionista Hastiado es básicamente ésta:
Las escuelas de cine pueden ser una buena manera de formarse, porque te pegas varios años viviendo por y para el guión, escribiendo y conviviendo con gente que tiene tus mismos intereses. Pero son caras, además de que normalmente requieren que tengas dinero suficiente como para vivir sin trabajar durante todo ese tiempo, algo que no todo el mundo puede permitirse (yo, por ejemplo, no pude).
El primer recuerdo que tengo de escuela de guión, se remonta a mis años como alumno de la Escuela Superior de Arte Dramático de Valencia, en mi ciudad-pueblo, hace más de una década. De camino cada mañana a la universidad, pasaba por un centro cursillista donde siempre estaba colgado el cartel de se dan cursos de guión de cine, tv, radio… Una vez pregunté y descubrí que el curso no se había impartido nunca por falta de cupo. Lo más parecido que existía, era un taller donde los jueves en la noche se reunían cuatro gatos a charlar sobre la nouvelle vague y Godard, y ni el vino tinto de mi comarca hacía su aparición en tan aburrida velada.
Luego montaron algo parecido a la carrera de guión en la Universidad Internacional –e itinerante-, Menéndez Pelayo (UIMP) pero era lo mismo que los cursos pero con un título dizque universitario y veraniego. Y éste se sumaba a los breves seminarios que también impartía la Sgae: hace años yo tomé dos –uno en Valencia (La revolución del cine digital) y otro en Barcelona (con José Luís Borau)-, y les aseguro que los dos fueron un timo de enseñanza.
Por aquellos cursos y seminarios pasaron prácticamente todos los que ahora componen la profesión guionística valenciana. Macabro, pues según tengo entendido, los cursos de la Sgae ahora sólo son conferencias magistrales de escritores y cineastas aspañoles que no llegan a fin de mes, y aquello que ofrecía la UIMP, acaba de ser finiquitado para siempre.
Como dice un guionista que anda buscando escuela en el país del norte:
…en cada ciudad norteamericana hay 30 universidades/escuelas/academias distintas que enseñan cómo escribir.
Todo lo que aquí diga está sujeto a las comillas del buen creer: la mayor parte de escuelas de guión que se anuncian en la red, me da la sensación que se aprovechan del desconocimiento del futuro alumnado. Una escuela de guión no es una escuela de baile, no basta con mover el cerebro o la pluma como si movieras el culo y las piernas, hay que mover el conocimiento y la emotividad, la emoción. Esto es difícil de explicar y más aún de obtener, ya que en la mayor parte de escuelas que conozco o he oído, el profesorado va sólo a cumplir con sus horas, no ha enseñar dónde están las historias que hay que contar o cómo contarlas. ¿O será que eso no te lo puede enseñar nadie?
¿Pero preparan las escuelas realmente para lo que te vas a encontrar afuera? No. Pese a las anécdotas divertidas que te pueda contar el profesorado en turno. Recuerdo mi primer trabajo después de salir de la escuela, y efectivamente: pensé en renunciar. Si lo hubiera hecho, ahora no estarían leyendo esto. Un buen proyecto que se debería escribir algún día podría titularse: Cómo debutar en el guión mexicano.
Y como dice la guionista Ángela Armero:
Nadie va a abrirte la tapa de la sesera y a rellenártelo con sabiduría, ni metafórica ni literalmente. Si uno quiere convertirse en guionista no basta con recibir ochocientos cursos ni leerse quinientos manuales. Hace falta un compromiso personal, una disposición a escribir mucho, a fracasar durante un período de tiempo indeterminado…
CCC, CUEC, San Antonio de los Baños, UCLA y New York Film Academy, son las escuelas más relevantes de la región donde me muevo. En Canadá también, no sé exactamente la ciudad, se encuentra una muy buena escuela de guión. Si te interesa: sigue los pasos de David Cronenberg.

Del otro lado del charco hispano hablante se hallan la ECAM en Madrid y la ESCAC en Barcelona. Estas dos escuelas de (cine y) guión, las analizaré cuando me halle en Aspaña y las tenga más cerca, o conozca gente de allí. Cosa que de momento no es así. Así que sintiéndolo mucho las obviaré: por el rollo que se ahorran, me lo agradecerán.

Detalles importantes a tener en cuenta a la hora de elegir una escuela:

1.      Profesores del medio. Con trabajos realizados, algún que otro éxito y/o reconocimiento, y por supuesto, mencionados y catalogados en IMDB.
2.      Dinero para pagarte la escuela y la manutención durante los años que dure el curso. Trabajar y estudiar cualquier carrera artística es casi imposible.
3.      Instalaciones adecuadas: luz, espacio, tecnología de 3 a 5 años de antigüedad, salas de proyección, máximo 12 alumnos por salón…
4.      Que los guiones de los alumnos no queden en papel mojado, que se filmen. Muchas escuelas desgraciadamente hacen caso omiso a tal necesidad.
5.      Sistema de becas, de promoción en festivales, de conferencias, ofertas laborales y prácticas, cursos puentes en música, actuación y producción.
6.      Posibilidad de intercambios académicos internacionales y prácticos con otras escuelas, que potencien el conocimiento de otras cinematografías.
7.      Realización de festivales en las propias instalaciones de la escuela de guión. Festivales de cine pero también jornadas de guión, simposios, debates…
8.      Buena cafetería. Buenos baños. Buenos espacios de recreo. Césped. Lugares donde echarse un descanso, un sueño. Donde pasarla bien y escondido. J
9.      Entorno artístico: escuela enmarcada dentro de unos estudios de cine donde filmar en sus foros, y en un sistema de enseñanzas artísticas estatal.
10.  Asistencia de los poderes académicos y poca policía a tu alrededor, así potenciarás  la libertad: desgraciadamente eso en México es una utopía.

Yo estudié en el CCC, Centro de Capacitación Cinematográfica de Ciudad de México, que pertenece al Centro Nacional de las Artes: un compendio de escuelas de arte bajo el mismo techo estatal. Danza, música, cine, arte dramático, centros multimedia, teatros, etc. Conviviendo bajo la tranquilidad de una capa de grasa y polvo museístico, que le da el semblante de alguien embalsamado y muerto. Si estuviera en las verdaderas manos de artistas, carecería el Cenart de esa sombra estalinista y faraónica que posee. Pero no olvidemos que también encontramos cierto nivel académico en sus docenas y docenas de aulas.
              Caminar por sus largos pasillos y parques y salas de arte, te da la sensación profiláctica y antigüita de estar varado en un barco dentro de una botella de cristal, que no se hunde, pero tampoco se mueve. Ojalá algún día cambiara de manos el CNA. Más gente de talento y menos analfabetos en las direcciones o en el profesorado, haría mucho bien al ARTE con mayúsculas de este país. Y al guión.
             
Pero como es costumbre ya en este blog, me he permitido invitar a un par de jóvenes guionistas en activo desde hace varios años y que nos darán su opinión sobre el CCC y las escuelas de guión. Un aplauso para S y P. 

¿Es necesario estudiar en una escuela para trabajar de guionista?
                 S: No es necesario. Debería ser necesario para que sea más profesional desde el punto de vista educativo como tal. No quiero decir que sólo es profesional el que estudia en una escuela, pero sí quiero decir que así lo ve el mundo. Es necesario estudiar, sea en una escuela o por cuenta propia. Aunque si fuera más realista lo que se necesita para trabajar de guionista es tener un contacto en el medio que te permita hacerlo. Una palanca que llaman...
                  P: No es necesario. A un joven y entusiasta aspirante a guionista le resultaría sumamente provechoso ingresar en una escuela especializada, pero la realidad es que no toda la gente que recibe dinero por escribir guiones estudió (ya no digamos una escuela 'de cine', sino en una 'escuela' como tal. A eso se debe, tal vez, el pésimo estado de nuestra industria televisiva, por ejemplo) Ahora bien: también comparto la idea de que una escuela no puede "crear" escritores de la nada. Además de la formación adecuada, hace falta talento en los propios estudiantes.

 ¿Por qué decidiste estudiar guión? ¿Tus expectativas se vieron satisfechas en el CCC?

               S: Porque fui focalizando poco a poco. Primero me interesaba el cine, desde mucho antes la escritura. Cuando conocí el lenguaje e intenté escribir me sentí bien, así que decidí estudiar. Mis expectativas se vieron satisfechas en general, sí. Sí aprendí.
               P: Quería ser escritor (léase: novelista) y la verdad ingresé al CCC por casualidad, pero ahora que lo veo en perspectiva fue absolutamente decisivo para mí. Me encontré, entre otras cosas, 'obligado' a escribir. Algo que hasta esa época -tenía 21 años- no había experimentado nunca.

¿Cuáles son las virtudes y los defectos del curso de guión del CCC? ¿Qué cambiarías?
              S: La escuela es buena si la aprovechas. Si asistes, si prestas atención, si le dedicas tiempo y espacio. Me parece que es bastante libre, relajado, ameno... Me refiero al ambiente... Además conoces gente con intereses similares a los tuyos. El defecto es el abandono. El guionista está bastante abandonado; en la escuela y en todo el mundo del cine.
               P: Virtudes: entras en contacto con el reducido pero tangible mundo del cine en México. Defectos: ninguno de tus guiones se producirá (a menos que eches en tus propios hombros esa pesada labor). Cambiar: Obligaría a los estudiantes de realización a producir al menos un cortometraje escrito por un estudiante de guión.

¿Trabajas de guionista? ¿De qué vives?
                 S: Intento trabajar de guionista, pero no da lo suficiente, así que vivo de mi madre como cuando tenía 15 años... Es triste, ya lo sé.
                 P: En la actualidad sí trabajo como guionista, pero la realidad es que no ha sido una constante en los últimos años. Si no fuera por otras actividades, habría muerto ya de inanición.

¿Representa o cataliza el CCC lo que se vive afuera, en la profesión?
             S: Indudablemente que NO lo representa ni lo cataliza. Debería preparársele a la gente para la vida laboral, o profesional, o lo que sea... En el guión y en toda la academia en general...
             P: Lo ves representado de alguna forma en la figura de algunos maestros, pero jamás lo puedes comprender cabalmente hasta que no vas y tocas puertas y recibes puntapiés en el trasero.

El guión está marginado dentro y fuera del CCC, ¿por qué crees que sea? ¿Qué novedades propondrías para revitalizar la figura del guionista?
             S: Indudablemente está marginado. El guionista debería sindicalizarse como lo hace cualquier trabajador en casi cualquier profesión. También los guionistas deberían buscar directores para que filmen sus películas, así que como estos últimos buscan guionistas para que las escriban. Que eso se tenga en cuenta en el concepto de producción y que los créditos digan algo como: "Una película escrita por..." al comienzo y al final, y más pequeño que diga una posición en medio de los créditos: "Dirección: Tal Director"
             P: Afortunadamente, la gente está valorando un poco más la figura del guionista (¿o es mi impresión?). Sin embargo, el cambio de fondo estaría en todo caso en el sistema de industria-audiencia. La gran mayoría de personas se sopla la basura que le ponen enfrente. Llevo varios años con la utópica idea de formar una asociación de guionistas jóvenes. Una especie de colectivo que haga frente a nuestros peores enemigos: los productores de cine y TV.

¿Qué me dices del profesorado que conociste en el CCC?
          S: Algunos eran muy buenos profesores, pero muy malos creadores, diría yo. A otros les pasaba lo contrario. Algunos trataban de fortalecer la parte expresiva, otros se centraban demasiado en lo teórico, o técnico. Creo que en general faltaba más "estímulo emocional", llamémosle así... Pero eran buenos, sí.
          P: Son mejores dramaturgos que guionistas. Lo cual no está mal. Bergman o Haneke fueron antes gente de teatro y luego cineastas. Lo que también es rescatable es que existe un auténtico deseo (tal vez no muy bien materializado) de formar escritores de cine.

Además de por las buenas fiestas de antaño, ¿volverías a estudiar en el CCC?
          S: No lo volvería a hacer en algo tan largo. Tomaría cursos de dos semanas, tres, un mes, dos meses. Algo así. Sólo para reforzar ciertas cosas.
          P: En el CCC, tal vez Dirección. No es que ya sepa todo sobre guión, pero estoy más en el momento de escribir guiones, que teorizar o reflexionar sobre cómo hacerlo.

¿Has necesitado más formación además del CCC?
          S: Sí, bueno. Siempre hay que estar actualizándose, como en todo. Además el tema de aprender a moverse laboral y profesionalmente. Eso le toca a uno solo.
          P: Toda la formación oficial y no oficial es bienvenida. Desde el punto de vista del autor, más que formación académica, se traduce en formación de vida. Ayer salté en paracaídas, por ejemplo, y estoy convencido de que necesito un curso al respecto... Terminé una licenciatura en Comunicación e hice una investigación teórica sobre televisión. Me ha servido mucho también como guionista.

La vida académica, ¿es una alternativa atractiva? ¿Dar clases te gusta?¿Trabajarías en el CCC?
          S: Me gustaba más antes. Lo hice y estuvo bien; pero ya no me gusta tanto. Podría prescindir tranquilamente... Aunque bueno. Si hubiera una buena opción la tomaría... Digamos que me da igual.
          P: A final de cuentas, escribir es una necesidad de ser escuchado, de debatir, de callar a los que te caen mal... He dado cursos de guión fuera del ámbito universitario y me parece divertido (algunos alumnos también se la pasan bien). Ahora doy también clases en una universidad. Es pesado porque estás dentro de una institución formal, pero me gusta dialogar y estar en contacto con las nuevas generaciones (no estoy diciendo que estoy viejo)
  
¿Es el CCC como papá estado, al que se ama y se odia?
          S: Bueno, yo empiezo a odiar a Papá Estado... Al CCC yo lo quiero... No diría que lo amo, pero sí lo quiero... Le tengo ciertos reproches... Es algo así como un tío querido... ¿No?
          P: En mi caso, acabo de recibir un premio auspiciado por las grandes instituciones culturales del país, y lo recibí sin haber hecho ninguna reverencia previa hacia el poder. Ahora creo un poco más y confío (tampoco ciegamente) en las instituciones. Dentro del CCC -una escuela del Estado, a final de cuentas- comencé a escribir teatro. Ahora puedo decir, sin falsa modestia, que soy el primer guionista (de formación) que recibe el Premio Bellas Artes de Dramaturgia, en sus 33 años de historia.

¿Cha, Cha, Cha, o no Cha, Cha, Cha? Ése es el guión.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

pues sí estoy de acuerdo te ayuda a focalizar, yo sí aprendí mucho, pero es como en la música las escuelas de arte guían y es por ello que se necesitan... viva el CCC! jeje saludos!
rgb

Anónimo dijo...

¡ASOCIACIÓN HISPANOAMERICANA DE GUIONISTAS, YA!

Itzel Enciso dijo...

Las escuelas funcionan para adquirir una técnica, pero el conocimiento debe nutrirse de la observación, relaciones humanas y conocimientos complementarios (que el alumno tiene la responsabilidad de buscar.)

El proceso escolar en mucho se determina por la disciplina y compromiso del alumno.

Las escuelas, creo que son necesarias, pero no deben tomarse como un saber absoluto. Es claro, si el aprendizaje ha sido significativo, se vuelve aplicable. Asimismo, considero que al egresar se cuestiona, se propone y se ocupa lo que funcione según las necesidades.

Y sí, deberían hacer su asociación, organizarse y aprovechar su estancia en el CCC, ya sea con fines creativos o económicos

El inquilino dijo...

Me dan ganas de opiniar. Como decía mi amigo Alfín que en Paz Descanse, "uno se enseña a uno mismo, y los demás aprenden de uno a enseñarse a ellos mismos". Un sólo espíritu artista puede estar por encima de todas las escuelas de arte, si no deja nunca de ser su propio maestro y alumno.

Anónimo dijo...

Ya son "About 1,680 results", al googlear "escuelas de guión". Gracias Inquilino por tan buen artículo. ¿Para cuándo en twitter?

El inquilino dijo...

Sobre la Sogem. Otra escuela importante de Guión (escritura) en México. Por desgracia, pura decadencia.
http://www.jornada.unam.mx/2011/03/18/index.php?section=opinion&article=a04a1cul

El inquilino dijo...

Ya estamos en twiter desde hace días, es:
@elinquilinotuit
Saludos!

El inquilino dijo...

El CCC ya filma los guiones de sus estudiantes de guión! Qué bien!

Maripazdem dijo...

Porque siempre en todos los post hablan de "las nuevas generaciones" mucha gente grande decide estudiar guion o dramaturgia. La experiencia es muy importante a la hora de escribir.

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