miércoles, 30 de marzo de 2011

Ese guionista bloqueado

O violado por la inactividad, o noqueado por la desidia y las drogas, que sería lo peor. Un clásico de todos los tiempos en la cuestión creativa es cuando nos abandonan las musas. Cuando el cansancio impera y destronamos al señor duende del pedestal, y en su lugar colocamos una botella de mezcal de Zacatecas.
            El cansancio nos bloquea. Las relaciones laborales nos bloquean. Desbloquearnos nos bloquea. El estrés, la ansiedad, el mal descanso son sólo los síntomas de no poder trabajar, y quizás también, de que escribimos por obligación. Pero eso sí, el bloqueo trabaja sin miramientos: puede hacer su inesperada aparición en medio de la entrega de tres guiones por ejemplo. Y no me refiero al miedo paralizador del qué dirá el productor.
Tampoco a la desmotivación, al no saber qué escribir en un momento dado del guión (para eso hay consejos de abueleta muy lúdicos: como éste o éste otro) Sino al no escribir por sentirse como un globo después de una fiesta: moralmente desinflado. Sentir que las ideas se escapan como agua entre los dedos y no hacemos nada por retenerlas, nos basta y hasta nos place verlas irse, huir en su masa acuática hacia el olvido.
Me refiero a cuando el guionista, como un niño desganado que no quiere comer, no escribe. Y sí, puede estar escribiendo tres o cinco o diez proyectos a la vez para otros, en los que pone todo su hacer, pero éste no corresponde ni a la mitad de su verdadera capacidad para hacer, de verdad... Y el resto del día se la pasa vagabundeando entre las calles y las ideas, dejándose arrastrar por la masa humana y superpoblada de un agujero enorme y latinoamericano. Poéticas locales aparte.
Pero ¿por qué nos bloqueamos? La primera respuesta que me viene a la mente es por depresión, pero como para muchos la depresión es un motor, la obviaré… La segunda respuesta remite a esa incapacidad de salir de algún círculo vicioso: compuesto por drogas o por sentimentalismo o por los dos a la vez. Esto nos lleva a la inopia ausente, y de ahí a la más pura y acurrucada (y quizá hasta arrogante) vagancia.
Creo que hace mucho que se me acabaron los temas para este blog: la tercera respuesta sería la falta de confianza y/o esperanza en nosotros mismos, aunado a la ausencia de paciencia con los tiempos venideros. ¿Pero qué opina de esto el ciberguionismo bloguero?
Por Venezuela dicen: “…retratar al escritor como un perdedor: cuando no atraviesa por un bloqueo creativo, su vida personal es un desastre y sus finanzas simplemente producen esa mezcla de repulsa y vergüenza que en Venezuela llamamos “grima”. 
En México, sencillamente piensan en cambiar de rubro guionístico: … ¿En dónde estudio la carrera de guionista de cine porno?” Aunque también hay una guionista que escribe en una página de bodas, que asegura que lo mejor contra el bloqueo literario es: “…El poder de la oración. Yo soy católica, pero respeto todas las religiones y aquellos quienes tienen rutinas para alcanzar un mejor desempeño en sus vidas. El bloqueo se combate mucho más fácilmente y con éxito si nos encomendamos a algo mucho más poderoso que nosotros mismos.” 
Por las Argentinas se lo pasan en grande: “… JF y MR presentan una obra que cuenta en tono de comedia y musical la desesperada lucha de un guionista con su bloqueo de escritor.” 
En Cuba piensan en otro bloqueo . 
Jolibú en los últimos años ha bloqueado guionistas en sus películas con los codos Cohen o robando orquídeas. 
Y en tierra de nadie, hablamos de Inquilino a Inquilino sobre la parálisis creativa del guionista: 

¿Por qué estás bloqueado, Inquilino? 
-Porque he dividido tanto en porciones mi creatividad, que yo me quedé con un trozo diminuto, y no lo consigo ensanchar con nada: ni porros, ni ausencias, ni caminatas…Inquilino. 
No te hagas el poeta. Di que estás cansado, que trabajas mucho. Que pierdes TODO el tiempo del mundo.  
-Preferiría mantener en un tono jocoso el blog, tu blog, aunque nunca me sale. Mi bloqueo se debe a que siento un purgatorio en mi interior. Sé que eso, además de una imagen católica, es algo metafórico, pero no lo puedo evitar. Creo que estoy limpiando algunas penas o culpas, creo que eso me hace verme humilde, y un guión se escribe con la osadía y el ímpetu. Y lo poco que me queda de eso ahora, lo meto en los guiones de los demás. Pierdo todo el tiempo del mundo, pero es el poco tiempo que me queda para mí y decido dejarlo correr…
Te has convertido en un melodramático mexicano.
-Puede ser.
¿Es el entorno, tu vida, la que insufla aliento a tu bloqueo?
-Sin duda, la vida es depresora del sistema nervioso como el alcohol, o enervante como la cocaína. Aunque para ser justo con ella, hay que decir que se lo debemos todo: el poder sentir y la observación son mis mejores herramientas, porque sin ellas no hay guiones ni vida, y viceversa: sin vida no hay guiones.
Qué bonito hablas. Puras palabras chulas. Y si a esto le añadimos la auto-entrevista que estamos escribiendo, acabaré por afirmar que el bloqueo del guionista es un problema de ego y de autocomplacencia.
-Como siempre, puede que tengas razón, mi querido Otro yo.
Así es, espejo.
-Claro…reflejo, ya se me va despejando el corazón, la mente y el bloqueo, por ese orden. Gracias Inquilino.
De nada, tocayo.
            Como habéis visto, poco más tengo que añadir al tema del bloqueo literario. Además, es un tema que mucha gente se empeña en analizar (como si hubiera solución), cuando el tema no es crear, es por qué no creamos. Ahora sé que sólo he de dejar fluir las historias. Darles la libertad que se merecen y que demandan silenciosamente. Respiremos, pues.

10 comentarios:

ACayala dijo...

Como diría tú mitad Inquilina... Deja de llorar y ponte a trabajar. :-P
Jo, si es que tú te lo guisas y tú te lo comes.

Anónimo dijo...

ja, cuál de los que tienes te comes?

Anónimo dijo...

Me resulta tremendamente familiar. P.

Juan M dijo...

Literalmente, comparto tu... ¿dolor?¿autoindulgencia?¿arrogancia?¿pesimismo? No sé que sea, pero de que lo compartimos lo compartimos.

El inquilino dijo...

Me alegro de encontrar gente que "me entienda". Saludos a todos y gracias por seguir leyendo al Inquilino.

Anónimo dijo...

... lo peor que puede pasar es que tengas que preocuparte por el mismo bloqueo que preocupa y bloquea a cuba. un abrazo

Anónimo dijo...

ah no firmé jejej
rgb

Anónimo dijo...

"El tema no es crear, es por qué no creamos".

Una gran cuestión la que planteas. Dostoyevski, Jim Thompson o Stehen King hablan de los acreedores como fuente de inspiración... Los guionistas, escritores al fin y al cabo, pueden aplicarse el cuento. Ahora que soy una abueleta, la hipoteca me hace escribir de manera constante.

Gracias por la mención. Interesante blog.

el inquilino dijo...

Gracias por el anzuelo de tu blog, Javier. Las abueletas son las personas que más queremos todos, si no tienen alma al menos sí mucha paciencia, cosa necesaria para este oficio. Y sí, en la relación pobreza-deudas-escitura, encontramos a casi todos los escritores: si no pagamos a fin de mes, hablamos de guión. :)

Ella dijo...

Pues a mi me parece creativo lo que escribes en esta entrada. Sin embargo entiendo el bloqueo al que te refieres. Es sencillo entender que puedas hablar de tu bloqueo y que al mismo tiempo eso te tenga bloqueado, me pasa con frecuencia. ¡Saludos!

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