miércoles, 16 de noviembre de 2011

¿Cómo doy la información en un guión?

“Hola Inqui. No me gustaría molestarte ni quitarte mucho tiempo, así que voy al grano. ¿En dónde puedo conseguir información sobre dar la información en un guión? O sea me refiero a cómo ordenar esa información cuando escribo guiones.
Porque tengo mucha en mi cabeza, en mi memoria usb y en mi ordenador. También tengo libretas y una pizarra en mi despacho donde a veces trazo la trama principal y luego debajo pinto las subtramas con distintos colores. A veces hasta dibujo las tomas y las voy pegando para ir haciéndome una mejor idea del lenguaje cinematográfico que utilizo. Como ves, tengo varios de esos pequeños tips que pueden solucionarte la vida a la hora de soltar la info necesaria sobre un personaje en un guión. ¿Pero qué piensas tú al respecto? Gracias y saludos desde Madrid. A ver cuándo vienes por aquí y te conocemos personalmente.”
La verdad aquí entre nos, yo soy de los que piensan que decir cómo ponerse a escribir un guión, es casi como decir qué tienes o no tienes que hacer cuando haces el amor. Te puedo decir cuáles son las principales zonas erógenas, incluso “cómo hay que tocarlas”, porque tod*s tenemos algún librito con ciertas notas metodológicas que suele ser parecido al de nuestr* vecin*, suponiendo se dedique a lo mismo.
Sin embargo, dudo que mis aportaciones te solucionen la vida. Tu vida es tuya, y de nadie más. Y lo que más valoramos de ella, aunque a veces seamos unos cobardes de medio pelo, es precisamente que somos nosotr*s los que tenemos con nuestros cuerpos que… hacer el amor. Y con nuestra vocación sucede lo mismo: uno es guionista pero eso no basta, es un trabajo duro, basado en el binomio acierto/error, y para acabar de joder la marrana, la suerte tiene una importancia atroz, por eso no hay que tentarla mucho.
            Pero me voy del tema. Así que claro, volviendo a él pienso que hay psicólogos, fontaneros, electricistas, de hecho casi todos los empleos tratan en mayor o menor medida de solucionar la vida de los otros, en un punto en concreto de la problemática existencial. Así que eso de los tips que ayuden al guionista a realizar su trabajo, y sobre todo, a dar la temida información sin que sea un coñazo, quizá no sea un asunto tan loco.
            ¿Probemos, no?
            Reparte la información que tienes en tu cabeza a lo largo de todo el guión. Gran parte del talento de escribir es saber dar equitativamente lo que sólo tú sabes. La vida no es cronológica aunque lo parezca, un guión tampoco: es elíptico. La elipsis cinematográfica es la base de todo.
            Un modo sencillo de dar información, es crear un personaje que por definición cuestiona y pregunta: un periodista, un policía, un vecino chismoso suele funcionar, sólo tienes que echar un vistazo a las pelis y series que ves, para caer en cuenta que están llenas de estos cinearquetipos informativos.
            Otro tip es crear situaciones donde la info pueda ser revelada por casualidad. Por ejemplo, si es necesario que sepamos la edad de un personaje, puedes crear una fiesta de cumpleaños de cualquier otro personaje secundario (siempre ad hoc a la trama) y en una conversación, pim, pam, pum, sueltas la edad del personaje porque resulta que todos pensábamos que era más chavito, y claro, siendo más mayor, ¡ya puede ir a la cárcel!
            Introduce elementos catalizadores. Si es necesario que tu protagonista revele algo de su infancia (bueno, malo, regular, lo que sea…) haz por ejemplo que por una causa mayor deba comprar pañales, y al ir por ellos se cruce con un escaparate de ropa infantil y rompa a reír, o a llorar, según el tono de la película. El punto es generar una distracción premeditada en el espectador que nos genere la necesidad de SABER QUÉ PASÓ, o sea, necesidad de información. Es como en aquellos juegos donde te exponían el final del mismo (normalmente una muerte) y tú tenías que construir la historia hacia atrás, y acertar. ¿Recuerdan aquello de “un tipo ahorcado con un charco de agua debajo”? Obviamente era porque se había subido a un bloque de hielo para colgarse y morir, muy lentamente. Auch.
            La verdad es que podría seguir inventando tips, porque una cosa está clara, ni los tips ni los tipos nacen solos, sino de la experiencia. Por ello hablaré brevemente de la mía: hay que ser muy cuidadoso dando información, incluso en las teleseries policiales, donde en tres segundos te cuentan todo el historial delictivo de un personaje, o donde las hipótesis sobre los sucesos van que vuelan. Hay que ser breve, conciso, puntual y suspensivo. La información que usemos deberá servirnos dramáticamente: eso quiere decir que como mínimo, con ella deberíamos abrir una trama o cerrarla. ¿Si no para qué la usamos?
           Yendo un paso atrás en el uso de la información en los guiones, no olvidemos que:
“Un guion literario bien escrito tiene que transmitir la información suficiente para que el lector visualice la película en su imaginación: cómo transcurre el diálogo, cómo actúan los personajes y con qué objetos interactúan, sin especificar todavía los pormenores de la producción ni el trabajo de cámara.
           Y yendo un paso adelante, yo sueño con escribir un guión sin tener que usar ningún tipo de información de la boca de ningún personaje. Puras estampas cinematográficas con sentido subterráneo y oculto, cuyo drama vaya cayendo hoja a hoja como un árbol en otoño, o emerja la comedia gota a gota como un manantial recién nacido. Con estas pretensiones guionísticas, ahora sé por qué me muero de hambre.
           

4 comentarios:

Anónimo dijo...

La forma más clásica de dar información, es leerlo en un periódico, o sino que se lo pregunten al señor Kane

Itzel Enciso dijo...

Y como siempre, la creación es personal, así la vida, así el arte. Las recetas, tips, manuales de posiciones o lo que quieran, son herramientas que se reinventan y que tampoco aseguran un excelente resultado. Se puede tener todo el conocimiento teórico sin saber aplicarlo.

Relacionándolo con el actor (sí, lo sé, hablamos de guión) éste puede plantearse toda una serie de técnicas y pasos a seguir para la creación de su personaje, pero si no es claro para su cuerpo le saldrá alguna forma (extraña, probablemente), sin contenido u organicidad. Así lo relaciono con el trabajo del guionista, ese que sigue paso 1, paso 2... y que termina siendo una forma, fría y si bien le va: "bonita", pero ahí queda, está muerta, sin ese impulso vital que condimenta la historia.

Es cierto, compartimos procesos, somos humanos (o lo aparentamos), de ahí el trabajo del creador: ser empático, observador, con la finalidad de tocar la percepción del espectador, aquella que conecta la parte psíquica con el cuerpo. Somos seres que respondemos a estímulos, sensaciones, IMÁGENES. http://www.observacionesfilosoficas.net/laimagendelpensamiento.html

SÍ, TAMBIÉN SENTIMOS, LOS ESPECTADORES REACCIONAMOS con lo simple (no simplón).

Y de ahí brinco a “lo que se dice o no”. Como en la vida, lo que se dice casi siempre es lo contrario o tiene una gran carga de subtextos. Hablan más el silencio, las pequeñas expresiones, lo que se calla, hace o deja de hacer. Eso proporciona más información, no la obvia que es la que aparenta, sino lo oculto. Nos da miedo vulnerarnos y nos hacemos de corazas. No escuchamos al otro porque nos compromete y preferimos seguir con lo superficial e inmediato. Así, las historias que veo en el cine generan el conflicto de anticipar lo que pasará en el primer minuto (pero ese es conflicto personal, no por la acción dramática, ni tensión, contraste o lo que sea de la película).
Lo que espero ver, (aunque lleguen al mismo punto) es un cómo distinto que genere DUDAS e involucre en lo que pasa, me divierta, sufra, me frustre… y esto abra posibilidades y asociaciones.
Últimamente, ya no me dejan sorprender, y francamente, espero ver algo, no quiero que me lo digan o me digieran la historia.

Bah! Pues no creo que te mueras de hambre… ser Quijote a veces no cae mal, otro modo de contar historias de caballeros andantes, y no sé por qué, pero me parece que fue el mejor modo.

Suerte en esos guiones y que los deseos prácticos coincidan y armonicen con tus deseos “mafufos”, “espirituales”, “artísticos”. Vale la pena correr el riesgo. No hay amor, vida, guión sin riesgo, deseo y conflicto.

Y como todo se relaciona, agradezco este artículo, que teniendo como objeto el guión, esta noche me ha llevado a descubrir temas relacionados con lo que estudio.
http://es.scribd.com/doc/66057057/Deleuze-Gillles-El-Bergsonismo

Saludos

Itzel Enciso

El inquilino dijo...

Muchas gracias por tu aportación It, como siempre muy generosas. :)

Anónimo dijo...

Me gusta tu sueño, Inquilino:

"yo sueño con escribir un guión sin tener que usar ningún tipo de información de la boca de ningún personaje. Puras estampas cinematográficas".

Hace años, el insomnio me llegó a ver una película muda de Lubitsch (LA MUÑECA) que por error emitieron con intertítulos en alemán y sin música. No sé alemán, pero me la trague entera. Y mi hermano (que no es un cinéfilo) llegó de la calle y se puso a verla conmigo. Nos gustó a los dos. Puede que sea lo más cercano a lo que dices. Puras imágenes.

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