viernes, 8 de junio de 2012

La guerra interna del guionista

No sólo el mundo está en guerra, también el guionista sufre la desolación de conflictos internos graves: ¿se es o no se es escritor cuando se es guionista? Vivir pobre, ¿hasta cuándo, por cuánto y por qué? ¿Cómo tranquilizarse, cómo fluir como cuando fluye la escritura?

No sé manejar el relato de mi vida, y a duras penas manejo el relato cinematográfico. Sé que tu blog a veces parece un relato burgués con tonos de autoayuda, pero no sé a quién dirigirme ahora que siento un conflicto en mi carrera: ¿cuándo dejar de ser guionista y convertirme en director?
            Una vez, al presentar que un documental que había dirigido y coproducido ante un público de profesionales y profesores de escuela mexicana de cinematografía, una de las asistentes, una guionista muy conocida, me dijo: “enhorabuena, ya eres director.” Esto fue en el 2006, y desde entonces no he vuelto a dirigir nada.
            No quiero decir que me asentara en la idea y los laureles del “ya soy director” y no hiciera lo posible por dirigir algo más, sino que quizás al no creérmelo, precisamente al no decir “soy director” y actuar tal cual, no lo fui, no lo soy.  Pero estoy muy contento con ser guionista, creo que me falta mucho por aprender.
            Así que si eres director ya lo eres, y si lo que quieres es empezar a dirigir, ya sabes, sigue el camino de baldosas amarillas: haz un corto que esté bien, un largo artístico que esté bien, una película comercial que esté bien, o sea, búscate un productor chingón, joven y cercano que se dedique a eso, que haya producido unas cuantas pelis ya. Es un trabajo, una dirección, pero lo mejor siempre será darle a las cosas como la carrera profesional una importancia relativa, y a las cosas como la carrera artística una importancia absoluta. ¿Ves? Es cierto, somos pura autoayuda burguesa. :P
Siempre quise ser Cortázar, pero ahora soy Rasputín. Quiero decir que siempre he querido ser un escritor, un literato, y al venderme para escribir en televisión como guionista me siento una rata. Con perdón de todos los guionistas que hay por aquí. Mi pregunta que me gustaría hacerte es, ¿cómo reprimes tus instintos literatos al dedicarte sólo a escribir guiones?
            A veces pienso que ser guionista es como ser traductor: se puede llevar el trabajo encima como un caracol por cualquier lado, lugar o país. Tod*s los que escribimos guiones estoy seguro que empezamos escribiendo cuentos, poemas, teatro por su puesto, y algunos novela.  O nada, fuimos actores o productores... Escribir guiones fue cuanto menos una elección para much*s de nosotros, y cuanto más un amor al cine, somos básicamente cinéfilos. ¿Me equivoco?
También creo que muchos guionistas eligen la profesión por intentar disimular su friquismo nato y aparentar que son sociables y saben trabajar en grupo. Por su puesto tod*s los guionistas seguimos aquí por gusto y por dinero. Y muchos también siguen cultivando su carrera en la escritura y nadan libres en la literatura, ya te digo, son (yo lo fui en mi adolescencia, típico…) poetas, novelistas… Blogueros.
Creo que el ocioso, el deprimido, el loco, quizás el matemático, el borracho por su puesto y el artista claro, están contantemente destruyéndose en una guerra interna. Sé que suena exagerado y dramático, pero ¿no será mejor admitir que soy, que somos unos dramáticos de gran calibre (y que por eso somos guionistas)?
            Soy dramático, o si no lean lo que escribo para conseguir colaboraciones de nuevos guionistas que vienen por esta zona del mundo, y colgarlas en este blog. 
             Resulta que hoy en el feisbuc comenté en el perfil de un amigo guionista que, "Antonio Agustín, --un actor de mi pueblo--, era demasiado folclórico (que no tiene por qué ser algo malo, creo)". Y dicho comentario parece que molestó a alguien y fue borrado, así que escribí al guionista dueño de su perfil del feis:
Cabrón, ¡quitaste mi comentario! ¿Por? Eres un pinche censor, y además sin avisar, vale verga. Mira, me he molestado contigo, pero podemos llegar a un acuerdo. Lo primero es que no le digas a nadie. Y lo segundo es que si no llegamos a un acuerdo, me pensaré seguir siendo tan gentil contigo, porque bueno, seamos realistas, nunca hemos sido amigos y yo no estoy seguro de caerte tan bien… Así que te propongo una cosa, y espero que aceptes. ¿Recuerdas el artículo que escribí utilizando tus preguntas? Se tituló el migrante guionista. Pues bien, me gustaría que para de aquí a una semana más o menos, para estar en paz me escribieras un artículo que se llamara "el guionista que viene a México", donde me hablaras de tu decisión guionística de venir a este país. Espero que no me tomes por loco, y si me tomas, me da igual. Me parece una ofensa que hayas borrado mi opinión sobre un actor tan fallero, carajo.
            Por suerte, el otro guionista, que al parecer no es tan dramático como yo y tiene menos conflictos internos, me contestó.

Jajajaja.No pensé que te fueras a molestar. La verdad es que no conozco a Antonio Agustín, no le he visto actuar mucho y lo poco que le he visto tampoco me convence mucho. Al principio pensé que debíais ser colegas. De repente la gente linkeó a los actores que iban a trabajar con él y yo a veces peco de excesiva bondad. Si yo leyera un comentario sobre mí así de directo sin conocer a quien lo realiza me sentiría bastante herido. Si te hubiera visto conectado te habría comentado. Si de verdad te has sentido molesto lo lamento, espero que podamos hablar a lo largo del día para aclarar esto. Te estoy muy agradecido por tus consejos y por el cable que me estás echando.Cuenta con ese artículo en tu blog. Saludos Inquilino.
            Una cosa está clara, creo que por muchos conflictos internos que tengamos, a los guionistas nos encantan los finales felices. Y los artículos de guionistas invitad*s.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

un entremés...esperaré el siguiente articulo, dramáticamente, ja! Saludos

El inquilino dijo...

Qué lector*s tan inteligentes tengo, caray.., :D

Pedro Zúñiga dijo...

"Creo que el ocioso, el deprimido, el loco, quizás el matemático, el borracho por su puesto y el artista claro, están contantemente destruyéndose en una guerra interna".

¡Acabo de descubrir que estoy destruyéndome completamente en una guerra interna!¡Encajo perfectamente en todos los puntos de esa descripción!!!

Licencia Creative Commons
el inquilino guionista se encuentra bajo una LicenciaCreative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported.