jueves, 25 de abril de 2013

El guionista desolado


El personaje se levanta de entre el público y sube al escenario, recoge un galardón, carraspea y habla con cierta melancolía en la voz, con un tono triste, más propio del vencido que del galardonado.

¡Muchas gracias! (gesticula, pidiendo al público que deje de aplaudir) Intentaré ser breve: (mira el galardón) Quiero dedicar este reconocimiento a mi labor como guionista de cine a las personas que han hecho posible esta película. En primer lugar a Paco Figueroa, productor avezado –“ha bezado” el culo de toda la profesión para llegar donde está-. (Pausa) Recuerdo la primera vez que me presenté en su despacho con el guión bajo el brazo; entonces se titulaba: “La inflexión de los años postergados”. Recuerdo que Paco, con su voz grave, de productor firme –“firme” aquí que ya le pagaremos- me dijo:
(Imita la voz del productor)
-Siéntate y resúmelo en una sola frase. Un guión que no pueda resumirse en una frase es una mierda.
En ese momento tomé aire, encendí un cigarrillo para ganar tiempo, y le escupí el guión:
“Una mujer viuda, que vive en una pequeña aldea castellana, se enfrenta sola a las dificultades y carencias de la vida rural en la posguerra española”.
(Silencio) Tras unos segundos de tensión, Paco se levantó y gritó:
(Vuelve a imitar al productor)
-¡Me gusta! ¡Tiene fuerza! Sin embargo le falta dinamismo al personaje.
¿Dinamismo? ¿Qué dinamismo puede tener una viuda durante la posguerra? Según Paco era necesario que la mujer tuviera algún atributo especial, algo que la hiciera más atractiva para el gran público:
(Cambia de nuevo la voz)
¡Ya lo tengo!- exclamó de pronto - ¡Es experta en artes marciales!
(Silencio. Vuelve a su tristeza habitual)
Experta en artes marciales... tócate los cojones. (Pausa) La cosa quedó así:
“Una mujer viuda, experta en artes marciales, vive en una pequeña aldea castellana, donde se enfrenta sola a las dificultades y carencias de la vida rural en la posguerra española”.
Tras vomitarle el argumento, añadiendo su inestimable aportación, se levantó y rugió:
-¡Me gusta! ¡Tiene fuerza! Sólo qué... ¿cómo vamos a colocarlo en el mercado americano si transcurre en la posguerra española? Hay que pensar en el mercado americano, amigo mío, fíjate en Alejandro, en Penélope, en Banderas, en Bardem, en Trueba, en Almodóvar... todos buscan un hueco en el mercado americano. Hasta Santiago Segura ha hecho sus pinitos en Hollywood.
(Vuelve a su voz melancólica)
¿El mercado americano? ¿Qué tenía que ver el mercado americano? Mi historia hablaba de las dificultades de la viuda de un republicano en la castilla profunda. Tócate los cojones... se le ocurrió que mi guión ya no transcurriría en la posguerra española sino en EEUU, en la California rural contemporánea. (Pausa) ¿Qué sé yo de la California rural? Sólo sé que hay naranjas, como en Valencia. Pues nada, la viuda cultivaría naranjas en el rancho que le dejó su marido al morir en los atentados del 11 de septiembre. (Pausa) ¿Que hacía un granjero de California que cultiva naranjos en el World Trade Center a las nueve de la mañana?
(Vuelve a carraspear y toma aire) Al cabo de unos días, Paco Figueroa, ese productor modelo –dos años en la “Modelo” por fraude e impago- me citó de nuevo en su despacho para enseñarle la nueva versión y conocer a la actriz que encarnaría el papel... y, en efecto, “Encarna haría” el papel. (Pausa) Encarnación Cánovas, conocida ahora en Hollywood por el diminutivo “En”, se mostró desde un principio muy interesada en el guión, aún sin tener la más mínima idea de qué iba, lo que demuestra su gran profesionalidad.
Después de las presentaciones de rigor, Paco Figueroa, productor de notable talento denostable y tan lento- fue directo al grano:
(Vuelve a la voz del productor)
-“En” no sabe nada del guión. Resúmelo en una sola frase. Un guión que no pueda resumirse en una frase es como para lapidar al guionista.
Al instante, le estornudé el argumento:
“Una mujer, viuda del once de Septiembre y experta en artes marciales, vive en una pequeña aldea californiana, donde se enfrenta sola a las dificultades y carencias de la vida rural en la América contemporánea.”
(Silencio) Encarnación Cánovas se sentó en el suelo, como budista que es hizo sus ejercicios de yoga, meditó durante treinta minutos con los ojos en blanco y las pantorrillas en la nuca y luego... (Solemne) habló:
(Imita la voz de la actriz)
-¡Me gusta! ¡Capto energía positiva en esta historia! Pero ¿dónde está el romance?
¡Un romance! ¡También querían un romance tórrido y salvaje! Yo quería hablar de la soledad de la mujer en un entorno rural y ahora tendría que hablar de... ¡¿la soledad de los romances tórridos y salvajes en un entorno rural?!
Descubrí que Paco Figueroa había tenido intención de introducir un personaje masculino desde un principio, “personaje de interés romántico” lo llamó él. Al parecer “En” – al igual que “Pe” en su momento- necesitaba un partener americano para darse a conocer al otro lado del Atlántico. Paco había hablado con Brad Pitt y Andy García, pero no llegaron a un acuerdo, tampoco se mostró interesado ni el menos famoso de los Baldwin -¿alguien sabe su nombre?- Así que finalmente sólo pudo conseguir a Chuck.
(Silencio)
Sí... ese mismo... Chuck Norris. Sólo quedaba perfilar su personaje y Paco Figueroa ya tenía una idea en mente:
(Vuelve a la voz del productor)
-Será un ex oficial de Marines injustamente degradado.
(Silencio largo) ¡Un ex oficial de Marines en mi guión! ¡Y además injustamente degradado! ¡Lo que estaba degradada era mi carrera como guionista! No me pregunten por qué, pero hice esos cambios. Supongo que porque de algo hay que vivir. En un par de semanas tuve la última entrevista con Paco, esta vez para conocer a Tato Hernández, el aclamado director. Esta vez no dejé que Paco se me adelantara:
(Con su propia voz melancólica)
-Sí... lo sé. Tato no sabe todavía nada del proyecto, así que tengo que resumirlo en una frase. Un guión que no pueda resumirse en una frase es como para cortarle los huevos al guionista y hacérselos comer.
Me senté y defequé instantáneamente el argumento:
“Una mujer, viuda del once de Septiembre y experta en artes marciales, vive en una pequeña aldea californiana, donde se enfrenta, junto a un ex oficial de Marines injustamente degradado, a las dificultades y carencias de la vida rural en la América contemporánea.”
(Silencio largo) Resultó que me había equivocado: Tato Hernández, el famoso director, sí que conocía el argumento de mi guión. De hecho había hablado largo y tendido con Paco Figueroa sobre éste... al parecer no les parecía comercial aquello de enfrentarse a las carencias y dificultades de la vida rural y me sugirieron un último cambio.
Así que mi primer guión, cuyo argumento era:
“Una mujer viuda, que vive en una pequeña aldea castellana, se enfrenta sola a las dificultades y carencias de la vida rural en la posguerra española”.
Terminó por ser:
“Una mujer, viuda del once de Septiembre y experta en artes marciales, vive en una pequeña aldea californiana, donde se enfrenta, junto a un ex oficial de Marines injustamente degradado, a las hordas invasoras de alienígenas empeñados en destruir la tierra.”
Ya sólo quedaba modificar un poco el título: “La inflexión de los años postergados” pasó a ser “La invasión de los aliens perturbados”.
(Más melancólico que nunca)
Gracias, Paco Figueroa... gracias Encarnación Cánovas... gracias Tato Hernández... y gracias a todos los que han hecho que yo esté hoy aquí recogiendo este galardón... este reconocimiento a mi labor... este premio al mejor guión... (Hace una pausa y luego termina la frase con cierta angustia) ...al mejor guión original. ¡Tócate los cojones!

*(Escrito hace mucho tiempo, suscrito hoy mismo) por David Desola, quien actualmente es uno de los mejores guionistas y dramaturgos aspañoles. Acaba de llegar hace un par de semanas al :-DF para quedarse un largo rato… Estos días presenta su obra El Charco Inútil en la Sala Xavier Villaurrutia, Centro Cultural del Bosque-.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No me he podido dejar de reír con una mueca de "desolación" en el rostro.. Gran Monólogo. LOL

Anónimo dijo...

Me recordó algún artículo de la versión retorcida de La Celestina si Fernando de Rojas viviera.

Un placer leer al guionista invitado: David Desola.

Saludos.

El inquilino dijo...

Supongo que te refieres a éste: http://elinquilinoguionista.blogspot.mx/2011/10/por-que-los-guionistas-cagan-oro-que.html
El tono y la crítica pueden ser parecidas, pero es muy distinto. Este monólogo me dieron ganas de interpretarlo! El otro es un artículo-arrebato. Saludos. :D

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