lunes, 5 de julio de 2021

¿Comedia dramática o dramedia? Aquí un par de claves...

Muchas veces, en talleres, reuniones y cantinas, me he topado con la misma pregunta lanzada al aire como acertijo por algún que otro guionista despistado (entre los que me encuentro). A saber: ¿es lo mismo comedia dramática que dramedia?

Si nos lanzamos al diccionario de la RAE comprobamos que según los académicos es lo mismo un término que otro, de hecho, aseguran que dramedy es solo el palabro anglosajón para designar algo tan latino y español como la comedia dramática, y que tanto uno como otro, son mezclas formales de comedia y drama. Sin embargo no somos académicos, somos guionistas y queremos respuestas, queremos más. Así que intentaremos en este breve artículo sacar de la inopia dramatúrgica a nuestra mentes y llegar a algo concreto respecto a esos dos términos tan usados y confusos.

Empecemos por el final: Comedia dramática es un término (un género) asignado principalmente para la escritura cinematográfica y dramedia para el guion serial y televisivo. Pero ahí no acaba la cosa, de hecho empieza, así que vamos a dar un salto atrás. ¿Cuánto atrás? Hasta “La Celestina”, o también llamada “La tragicomedia de Calixto y Melibea”. En nuestro idioma, es en esa obra donde empieza todo... pero con una salvedad: tragedia indica que los personajes principales mueren y drama que no mueren, solo lo pasan muy, muy mal... Por tanto, si sobreviven será drama y si mueren será tragedia. Ojo, a veces morir se simboliza sacándose los ojos, como en el caso de Edipo…

Entonces, si queremos escribir una comedia dramática o un drama cómico (dramedia), ¿cómo se hace? Pensando en los personajes principales, pues es en ellos en quienes recae la acción dramática principal, o sea, aquel camino que nos lleva como espectadores a reír o a llorar. ¿Por qué recalco esto? Porque muchas veces la diferencia entre un término y otro depende de en qué personajes depositamos el drama o la comedia. O sea, ¿la comedia/drama la depositamos en los protagonistas o en los secundarios? Esta es una de las claves para distinguir entre los dos géneros.

Otra de las claves es la estructura y la duración del guion. En la comedia clásica televisiva o comedia de situación, el tiempo no da para muchos dramas pues suele ser corto, unos 20 ó 30 minutos en el mejor de los casos. Así que para que haya tiempo de “llorar” necesitamos más espacio, unos 40 ó 50 minutos. Ojo, hablo en términos clásicos, excepciones hay muchas en las series actuales que podemos ver en las plataformas.

Pero volviendo a los personajes debemos identificar muy bien en quién recae el “alivio cómico” y el “alivio dramático”, y cuándo. Porque ese alivio es la clave para diferenciar los dos términos que, repito, se suelen confundir hasta hacerse uno mismo. ¿Y qué es eso del “alivio”? El contrapunto, la yuxtaposición que define casi todo nuestro trabajo de guionistas. Eso quiere decir que en la comedia dramática el contrapunto a la comedia será el drama, por tanto tendremos varios “alivios dramáticos” jalonados a lo largo del guion, y que en el drama cómico (o dramedia) el contrapunto al drama será el “alivio cómico” que nos dará más de un respiro emocional. ¿En qué proporciones? Está claro que en la comedia dramática pesará más el elemento cómico y en la dramedia el dramático, así que teniendo en cuenta esa idea cada guionista ecualizará su historia según la emoción principal que quiera trasmitir.

¿Y cuándo? Básicamente eso lo “decide” el personaje principal. Si nuestro protagonista está en un momento dramático habrá un personaje secundario que dé ese alivio cómico a la situación contrapunteando las notas emocionales y el estado de ánimo del personaje, y viceversa, si el personaje está en un momento de euforia cómica les aseguro que este durará poco pues vendrá un secundario que llegue a ponerle los pies en la tierra a través de una situación realmente dramática, sea una mala noticia o un conflicto inesperado.

Lo importante es que pensemos qué emoción (reír o llorar) está ahí, en esta situación concreta que queremos escribir, para equilibrar nuestra narración, y a partir de ahí pensemos por tanto qué pesa más en nuestro guion, si el drama o la comedia. Si pesa más el drama hablaremos de dramedia, y si pesa más la comedia hablaremos por tanto comedia dramática.

Otra sutileza que deberíamos atender al respecto es la siguiente: hay momentos, diálogos o situaciones en nuestro guion que se deben presentar como cómicos pero que sin embargo deben estar destinados a hacer llorar, y también al contrario, momentos, situaciones o diálogos que se planteen como dramáticos pero que gracias a un patetismo bien escrito, nos hagan reír… ¿Y esto cómo se escribe? Contrapunteando a través del alivio, del ritmo, de la respiración… El beat, el golpe de efecto.

Y ya, no les lío más y espero que estas pocas frases hayan echado un poco de luz sobre esta cuestión que a veces nos confunde y marea sin necesidad de alcohol. Otro día, si gustan, podemos desarrollar los subgéneros creados a partir de la comedia dramática y el drama cómico (dramedia), porque son bastantes, sobre todo en televisión.

Si quieren añadir, preguntar o rebatir, abajo en los comentarios, por favor. 



Dedicado a Emilio Huarte y Alejandro Quijano, quienes si no escriben, inspiran...

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