Hace un año y medio largo, el mismo tiempo que lleva Trump en el poder, estuve trabajando en un programa de televisión de esos que se hacen por las tardes y que son para ver con la familia. Un programa diario con invitados y especialistas en temas de hogar, de belleza, de autoayuda; con músicos palomeando canciones en vivo y en directo; con el típico personaje patiño que se dedicaba a hacer experimentos sociales… Y con su público, con su maravilloso público tan mexicano y tan de clase popular.