Buscando por la red encontré varias páginas que hablan de los regalos que se supone son buenos para nosotr*s l*s guionistas, sobre todo en estas fechas que transcurren tan llenas de señalamientos. Aquí y aquí en su versión gringa, o bien éste o aquél en su versión aspañola. Son artículos pop y consumistas que se olvidan de una cosa que a mi modo de ver es lo más importante: el mejor regalo para cualquiera que se llame guionista es QUE LE FILMEN (groserías aparte, claro).
¿Pero cómo le regalas eso a un guionista? Qué loco, ¿no? Pues se puede y no sólo eso, es un regalo inolvidable para toda la vida, una joya que cuesta tres pesos y de valor incalculable. El sueño de tod*s, poderte llamar guionista porque estás en el crédito de una peli, por enana que ésta sea. Pero ¿cómo?
Ahorita no les voy a llorar ni me voy a hacer la víctima de sádico aliento, son épocas para pensar: ¿qué hice este año? ¿Cuánto escribí? ¿Escribí? ¿Sólo o acompañado? ¿Cuánto me filmaron, y si eres de por aquí: me filmaron algo?
¿Pero cómo le regalas eso a un guionista? Qué loco, ¿no? Pues se puede y no sólo eso, es un regalo inolvidable para toda la vida, una joya que cuesta tres pesos y de valor incalculable. El sueño de tod*s, poderte llamar guionista porque estás en el crédito de una peli, por enana que ésta sea. Pero ¿cómo?
Ahorita no les voy a llorar ni me voy a hacer la víctima de sádico aliento, son épocas para pensar: ¿qué hice este año? ¿Cuánto escribí? ¿Escribí? ¿Sólo o acompañado? ¿Cuánto me filmaron, y si eres de por aquí: me filmaron algo?
Espero que este 2011 haya sido de bonanza y provecho para tod*s, menos que el 2012 que al ser fin de ciclo maya se presenta con mayor atractivo imaginativo, claro. Pero tampoco quiero escribir un artículo de despedida y final de año. Para cerrar el tema tajantemente déjenme mostrarles mi labor digna aunque poca, de este año que cierra:
Guiones escritos de 30 minutos máximo: Trece. De los cuales siete fueron coescritos con dos guionistas más. Pagados: Doce (un récord). Filmados: 0 (la tónica general L). Con perspectiva de ser filmados: siete, los mismos que son proyectos personales. Asesorías de largometraje pagadas: Dos. Talleres impartidos: uno. Talleres tomados: Cero. Pero el encuentro de guionistas de ciudad de México me sirvió de mucho. Hambre y pobreza: toda. Amig*s, l*s más fieles.
Fatal la poca chamba que tuve e hice, a duras penas me mantuve, pero volvamos al tema del presente: ¿cómo hacer para que le filmen ese guión, esa serie web, ese corto a tu amig* guionista? Porque no lo olvidemos, ése es el mejor regalo y no otro de índole consumista que depende sólo de cuánto dinero te quieras gastar y lo gracios* que te quieras ver. Éste regalo, el ser filmado digo, está cargado de todo el amor y la confianza que le tienes a tu amig* (o enemig*) guionista, y sobre todo es una muestra de respeto y admiración a su trabajo.
Además de que seguro te hace pasar un buen rato y la sorpresa que le vas a dar es supina.
Y también, no olvidemos que tener guiones (no importa la duración) filmados y subidos al youtube para que los puedan ver tod*s, es una carta de presentación de tus intereses guionísticos personales, de tu talento o falta de él. Y no hablemos si el video tiene éxito… ¿Por qué digo esto? Porque lo bueno que tiene un guión es que si está bien escrito, por muy malos que sean actores y director/a (no olvides que son tus amigos) y malas las condiciones de filmación (¡sólo es un celular), el guión mostrará alguno de sus destellos en varios momentos del corto.
Por todo esto y como a veces creo en lo que digo, he decidido regalar un guión de minuto y medio de mi inquilino-autoría para quien lo quiera filmar con su teléfono móvil y subirlo a la red. Ya verán que más barato y más sencillo es casi imposible hacer un guión. También animo a tod*s nuestr*s lector*s a hacer lo mismo: escribir un guión muy corto y regalarlo desde sus respectivos blogs para que algún amigo de verdad se lance a filmarlo en dos patadas. Y les diga: éste es mi regalo, mi mejor regalo.
Feliz año, compadritos y comadritas.