Julio, en el inquilino guionista estamos muy contentos y contentas con el taller que vas a impartir en esta casa, ya que siempre hemos sido fans de tu cine, desde Gasolina. Pero eso, queremos hacerte una entrevista centrada en la relación que tienes con el guion o libreto cinematográfico. Vamos directas al grano.
Inquilino Guionista: ¿Cómo defines tu relación con el guion?
Julio Hdez. Cordón: Es mi intimidad con la película, es el momento en el que respiro la historia, la sudo y la cuestiono. Todo gira alrededor de lo que quiero narrar, sin estar frente a mi computadora sigo escribiendo mentalmente mientras salgo en bici, como, me baño o veo una película. El guion y el lenguaje cinematográfico van de la mano, no los puedo separar, en ambas situaciones consisten en imaginar, ordenar acciones, encontrar sentido, visualizar locaciones y pensar cómo el espacio influye en el conflicto de los personajes. Disfruto escribir, es el único momento en que la película es solo mía y tiene invadida mi cabeza. Cuando hago un guion, estoy viendo una película.
IG: ¿Es más una herramienta de trabajo, una guía flexible, o algo más cercano a un manifiesto creativo?
JHC: Son las tres cosas. Pero más que eso, el guion me sirve para descubrir qué tipo de película quiero y qué emociones quiero abordar. Sé que el guion es una herramienta para vender una historia, financiarla, para que el crew tenga información precisa de lo que se quiere narrar. Pero en el set lo que me orienta no es el guion, sino las emociones que escribí en el guion. Intento hacer del guion un ente visual. Lo vital del guion para mí, es lo que me obligo a investigar, documentar, esa búsqueda de lugares que recorren los personajes, comprender la fragilidad o alegría que describo.
IG: Tus películas tienen un sello muy particular. ¿Cómo decides qué elementos narrativos se transforman en imágenes y cuáles permanecen como diálogos o silencios?
JHC: Empiezo a escribir con una imagen, esta imagen suele ser la cara del personaje en un espacio. Me imagino el espacio, recorro el lugar de todas las maneras posibles, hago un scouting de lugares antes de empezar a escribir. Busco en Youtube los lugares y cómo hablan la gente del sitio. Empiezo a diseñar el conflicto de la historia. Pienso que el conflicto define a mi personaje, que ese conflicto lo vulnera de manera que solo sucede con él. Trato de comprender porque lo vulnera así. Pienso en sus contradicciones. Pienso en acciones, como las acciones o la no acción exponen lo que siente. La mayoría de los guiones tienen la acción en el diálogo. Las películas se comprenden por lo que dicen y no por lo que se ve. Por eso colecciono imágenes del internet cada vez que escribo, desde fotos, cuadros, videos, videoclips, tic tocs, busco las emociones que nadie quiere explicar con palabras.
IG: ¿Cómo abordas el lenguaje cinematográfico desde el guion?
JHC: Mientras escribo, veo la película en mi cabeza, supongo que es lo normal. Antes de escribir busco referencias en fotos y arte pictórico. No me gusta escribir pensando en otra película. No me siento cómodo. No quiero hacer fotocopias. Son pocas las películas que me asombran, suelen ser películas que tienen una búsqueda personal y una motivación estética.
IG: ¿Y los diálogos? ¿Se reescriben en algún punto?
JHC: En la filmación exploro los diálogos. Los tengo que escuchar, ver cómo se oyen en la locación, que la voz sea parte del entorno. Suelo acortarlos o quitar diálogo, sintetizar, les cambio la velocidad, procuro que tengan un ritmo, una pronunciación que los ensucie. Así los exploro en la filmación.
IG: ¿Qué tan fiel eres al guion durante el rodaje? ¿Hay espacio para improvisación o cambios en el set supongo?
JHC: En mis rodajes todo lo que atañe con la dirección es improvisación. Si el guion es mío y soy parte de la producción, hago improvisaciones. No soy fiel a los guiones, soy fiel a los personajes y que se narre lo mejor posible. He visto muchas películas donde se nota la escritura de guion. Creo que los guiones deben ser invisibles como los francotiradores. Así pueden hacer disparos certeros al corazón.
IG: En el rodaje, ¿cómo manejas la transición de la escritura a la puesta en escena?
JHC: El guion es solo una referencia que escribí sentado en mi casa. Ahora en el rodaje vuelvo a escribir con el encuadre pensando en lo que estoy viendo en el monitor.
IG: ¿Tienes algún ritual, hábito o manía al momento de escribir?
JHC: Tengo que tener el título antes de empezar a escribir. Escribo en el sillón de mi casa y en mi cama. Sin zapatos, sin camisa y en shorts. Escojo una canción y la pongo en loop durante el tiempo que dure el proceso. Stolkeo gente para ver cómo se visten y que cosas peculiares hacen. Stolkeo al azar. Busco biografías de gente que admiro y de gente detestable también.
IG: ¿Escribes en horarios específicos?
JHC: No tengo horario. Escribo de lunes a lunes. Me levanto temprano para agarrar fuerzas, intento hacer todos los pendientes antes. Por ejemplo sacar la basura, comprarme el crossaint, regar las plantas, cortarme las uñas, saludar a mis hijas (decirles buenos días), responder emails y chats. Trato de escribir diez páginas al día.
IG: Volviendo tus guiones, ¿qué papel juega la memoria y la autobiografía en ellos?
JHC: Es vital. Trabajo con las emociones que recuerdo y no olvido.
IG: En el taller que vas a impartir en esta casa, el taller de perfeccionamiento de guion y búsqueda de voz propia, ¿qué aspectos buscas potenciar en los guionistas participantes?
JHC: Quiero conocer a los talleristas, saber quiénes son, qué buscan y sus razones. Tengo que entender sus objetivos para poder acompañarles. Les compartiré referencias, les pediré que me digan sus referencias, de ahí podré analizar de donde vienen los lugares comunes y cómo pueden romper los estereotipos. Buscaré que problematicen el conflicto de sus historias, entender las razones del conflicto, para que puedan decir en una oración de qué se trata la película. Que encuentren ellos el diagnóstico de su historia, para eso tienen que juntar información, situarse en el personaje que crearon, buscar acciones que sean congruentes con el conflicto.
IG: Muchos se preguntarán porr qué es tan importante encontrar una voz propia como guionista...
JHC: Estamos en una época donde el cine se produce desde las plataformas, se ha estandarizado la mirada, las piezas que funcionan siempre son las que tienen una particularidad, y esa particularidad que significa una voz propia, algo que decir, sin que sea un lugar común.
IG: ¿Qué consejo le darías a alguien que siente que su voz aún no está definida?
JHC: Tiene que ser más introspectivo, observador, crítico y nutrir su mente con vivencias.
IG: Y para finalizar, ¿qué es lo más importante que un guionista puede aprender sobre sí mismo en el proceso de escritura? ¿Algún error común que deberían evitar?
JHC: Los errores son fundamentales para aprender. Sin errores no se avanza, no se comprenden las fallas. Reconocer los errores propios es lo más complejo que hay. Pero si se analizan se logra corregir el camino. Escribir es investigar, desechar y pulir.
IG: ¡Gracias Julio, nos vemos en el taller!