miércoles, 27 de octubre de 2010

Replagios 2


Siguiendo el post que comencé hace un mes y pico, aquí respondo a otras de las preguntas para guionistas que corren por la red.
          Replagio, por supuesto, de la versión gringa que hace un tiempo largo se publicó en el blog de un guionista famoso de Madrid. Si a alguien le interesa sólo tiene que buscar por este blog y sabrá quién es.
          ¿Cuál es el peor diálogo que has escrito?
          Para muchos guionistas, supongo, que la respuesta será algún diálogo publicitario. Yo, que siempre me he sentido incapacitado para los menesteres públicos y publicitarios, respondo que lo peor que he escrito en un guión fue…, tic-tac…tic-tac…pasa el tiempo y no consigo recordar nada. Rebusco en mi memoria y todos los diálogos que recuerdo son buenos, memorables y no representados ni filmados en casi su totalidad. Pero alguno debe haber y estaría bien poner algún ejemplo.
1. Un diálogo sin importancia:
A: ¿De qué color calzaba el cadáver?
B: ¿Y eso que o qué? La mató una bomba.
2. Un diálogo de personajes sin relevancia:
Policía 1: Me pregunto por qué no me preguntarán más.
Policía 2: Figura y calla.
3. Un diálogo que no corresponda a la manera de hablar del personaje:
Sacerdote: ¡Que Santán nos pille pecando!
Anarquista: Amén.
4. Un diálogo irreal:
A: Pues fíjate que el otro día fui al psicólogo y me dijo que tenía unos bichitos en la cabeza que me hacían delirar cuando alguien a mi lado me invitaba a una copa de coñac. “¿Piojos?” le pregunté. “No, dinosaurios”, me dijo.
B: La caballa vaya-vaya con la lengua del caballo. Que si fuera llengua del cavall, sería en valenciá.
5. Un diálogo sin anatomía:
A: Me siento mal, fatal, creo que estoy muy mal, malísimo, peor que eso, estoy fatalmente fatalísimo.
B: ¡Fatalista! ¿Qué me quieres decir? ¿Por qué? ¿Y para qué decirlo? Si lo dijo Diego ya no dijo digo.
6. Un diálogo con errores:
A: Abrujuato me un deprestivo muo, despuán de les tiones, frenunda.
B: ¡Sirlione, sirlione! ¿Man que pasandis las mestredaten?
A: Yas flan.
7. Un diálogo inverosímil:
A: Si compras panes.
B: Si plantas tulipanes.
A: Si no escuchas a Juanes.
B: Seguro tienes muchos planes.
          Y así podría seguir poniendo ejemplos que, aunque parezcan chistes malos y casi siempre lo sean. Son diálogos que un servidor tuvo a mala merced escribir algún día. Casi siempre por encargo. Más aburridos podrían ser, no me cabe duda, lo peor de un diálogo es cuando te dan ganas de dormir. Lo mejor de un diálogo dicho por un actor, es que no se ven las faltas de ortografía que en muchos guiones se leen. 
          A fin de cuentas, qué importa. Si escribes malos diálogos, los actores los mejoran, y si son buenos los suelen empeorar. Pocas veces se respeta en una filmación los diálogos escritos por un guionista. Por mucho que uno se esmere y se esfuerce interpretando en voz alta las cosas que dicen los personajes cuando está escribiendo, por mucho que haga uno que sus amigos y también las visitas  los lean, escribir, encontrar, escuchar o leer un buen diálogo, pero bueno de verdad, es prácticamente imposible. 
         Y sólo con que suene coherente, natural, que siga la trama o que la rompa, sólo con que guste al oído y le quede bien al personaje, uno se suele conformar. Somos humanos, y los humanos al hablar no lo hacemos como personajes de teatro, ni como poetas, ni como locutores de radio o tele… 
         Escribo como hablo, o mejor, escucho al personaje y escribo lo que habla.

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