Qué nos hace guionistas, ¿la escritura o el cine? ¿O una mezcla de los dos?
Según parece, el oficio de guionista ha sufrido numerosos cambios en la historia. Podríamos decir que somos herederos de los dramaturgos, pero no es tan así aunque sí haya muchos guionistas que antes fueron teatreros, o lo sigan siendo.
También hay guionistas que provienen del mundo de la prosa. Durante la época dorada del cine hollywoodiense, muchos guionistas eran reconocidos prosistas: Truman Capote es el primero que me viene a la mente por ser el más conocido. Aunque según parece, lo hacía no por gusto, sino para subsistir.
También conozco que García Lorca, el poeta más importante del siglo de plata de la literatura española, fue un reconocido dramaturgo, y que las tres últimas obras que escribió fueron guiones para cine que nunca se filmaron en su corta vida.
¿Por qué escribir una historia en formato de guión, pensando en cine, y no escribirla en forma de novela si somos más escritores que cineastas? ¿O será que sí somos más cineastas?
Existen películas que tocan el tema y que otro día comentaré, un caso sabroso es Sunset Bouvelar. Hay casos de novelistas-premio nobel que, pese a ser grandes escritores y pese a su gran perseverancia a la hora de querer trabajar para el séptimo arte, jamás la hicieron en el cine: García Márquez más y Vargas Llosa. Los dos por igual han intentado enamorar a la musa cinematográfica (¿existirá?) con un resultado penoso.
Rodrigo García, hijo del escritor colombiano, es un verdadero caso de cineasta “hecho” por un novelista, que ha sabido prescindir de todo lo que a su padre le sobra y a la vez lo hace único: el texto.
¿Eso es lo que nos diferenciará a los guionistas de los novelistas, la cantidad de texto necesario para contar una historia? Si los guiones se publicaran y se leyeran antes de filmarse o sin llegar nunca a filmarse, ¿seguiríamos siendo guionistas o escritores que escribimos en formato guión? Es el debate de nunca acabar.
El guionista es un escritor, pero mucho más es cineasta. Al menos hoy en día. De hecho el medio donde un escritor incluso puede ser exitoso sin haber escrito una sola letra, es en el audiovisual. Muchas veces me han dicho en las juntas de producción que ni sacara mi lap top, que con mi mente y mis ideas bastaba, que hablara.
Creo que el oficio de guionista te obliga a hablar mucho más que el de novelista. Entonces, ¿soy un creativo y no un verdadero escritor? Pero me gusta escribir. Siempre me imaginé escribiendo, o mejor dicho, aceptando que escribir se me daba mejor que actuar, o que me gustaba más que dirigir por poner un par de ejemplos.
Y sin embargo, todos los guionistas que conozco escriben otras cosas, poesía sobre todo, y además, están dispuestos asumir el trabajo de dirigir o producir cuando haga falta. ¿Poetas en el cine? Suena bien, y sí, hay muchos poetas en el cine. También hay guionistas músicos, una vez conocí uno en Valencia que escribía y musicalizaba las películas para las que trabajaba. ¿Será otra vez el tema de la escasez de palabras frente al elevado número de ellas lo que diferencia a un guionista de un novelista?
Otras preguntas que ayudarían a dilucidar algo serían: qué te gusta más, ¿hablar de pelis o de libros? Qué frecuentas más, ¿una librería-biblioteca o un cine-filmoteca? (los bares no cuentan) ¿Te sabes más nombres de directores y guionistas que de novelistas y escritores?
En mi caso, admito que todo lo que tenga que ver con el cine y el teatro me motiva y emociona más que todo lo que versa sobre literatura y libros, aunque también sea fiel devoto de ellos. Pero me gusta escribir. Y leo, empiezo muchos libros que nunca acabo, quizá sea ése un buen punto: las películas acaban solas.
¿Es más pasivo un espectador que un lector? Por su puesto. Aunque se puedan emocionar o aburrir por igual. La mayor diferencia que yo encuentro tiene que ver con la temporalidad: ver una película es una sobre dosis de un par de horas, o en el mejor de los casos de hora y media, como un partido de fútbol, una atasque natural y placentero en el ser humano. Frente a leer un libro, que es un degustar más largo, extendido en el tiempo y que tú, y nadie más, maneja.
Aunque hay libros muy adictivos, me gusta el cine, me gusta escribir. Dirigir me gusta también, pero menos. Y producir, lo estoy pensando. He hecho muchas cosas en este mundillo del cine, la televisión y los cross media que ahora están tan de moda. Pero escribir -a veces más con la mente y la imaginación que con los dedos de mi mano-, es lo que más le acomoda a un bicho raro como yo.
Pero insisto: ¿podré algún día escribir una novela? ¿Me sentiré un verdadero escritor como me siento ya un pequeño cineasta? Seguro el mundo literario del que apenas ápices conozco, es muy distinto al del cine. Tanto o más como el mundo de la fotografía y el de la moda, que también –como la escritura para la imagen-, se suelen unir. Pero en este caso sobre una pasarela que acaba transformándose en el texto, papel e imagen de una revista quincenal.
Cómo se mezcla todo, qué maravilla.
Según parece, el oficio de guionista ha sufrido numerosos cambios en la historia. Podríamos decir que somos herederos de los dramaturgos, pero no es tan así aunque sí haya muchos guionistas que antes fueron teatreros, o lo sigan siendo.
También hay guionistas que provienen del mundo de la prosa. Durante la época dorada del cine hollywoodiense, muchos guionistas eran reconocidos prosistas: Truman Capote es el primero que me viene a la mente por ser el más conocido. Aunque según parece, lo hacía no por gusto, sino para subsistir.
También conozco que García Lorca, el poeta más importante del siglo de plata de la literatura española, fue un reconocido dramaturgo, y que las tres últimas obras que escribió fueron guiones para cine que nunca se filmaron en su corta vida.
¿Por qué escribir una historia en formato de guión, pensando en cine, y no escribirla en forma de novela si somos más escritores que cineastas? ¿O será que sí somos más cineastas?
Existen películas que tocan el tema y que otro día comentaré, un caso sabroso es Sunset Bouvelar. Hay casos de novelistas-premio nobel que, pese a ser grandes escritores y pese a su gran perseverancia a la hora de querer trabajar para el séptimo arte, jamás la hicieron en el cine: García Márquez más y Vargas Llosa. Los dos por igual han intentado enamorar a la musa cinematográfica (¿existirá?) con un resultado penoso.
Rodrigo García, hijo del escritor colombiano, es un verdadero caso de cineasta “hecho” por un novelista, que ha sabido prescindir de todo lo que a su padre le sobra y a la vez lo hace único: el texto.
¿Eso es lo que nos diferenciará a los guionistas de los novelistas, la cantidad de texto necesario para contar una historia? Si los guiones se publicaran y se leyeran antes de filmarse o sin llegar nunca a filmarse, ¿seguiríamos siendo guionistas o escritores que escribimos en formato guión? Es el debate de nunca acabar.
El guionista es un escritor, pero mucho más es cineasta. Al menos hoy en día. De hecho el medio donde un escritor incluso puede ser exitoso sin haber escrito una sola letra, es en el audiovisual. Muchas veces me han dicho en las juntas de producción que ni sacara mi lap top, que con mi mente y mis ideas bastaba, que hablara.
Creo que el oficio de guionista te obliga a hablar mucho más que el de novelista. Entonces, ¿soy un creativo y no un verdadero escritor? Pero me gusta escribir. Siempre me imaginé escribiendo, o mejor dicho, aceptando que escribir se me daba mejor que actuar, o que me gustaba más que dirigir por poner un par de ejemplos.
Y sin embargo, todos los guionistas que conozco escriben otras cosas, poesía sobre todo, y además, están dispuestos asumir el trabajo de dirigir o producir cuando haga falta. ¿Poetas en el cine? Suena bien, y sí, hay muchos poetas en el cine. También hay guionistas músicos, una vez conocí uno en Valencia que escribía y musicalizaba las películas para las que trabajaba. ¿Será otra vez el tema de la escasez de palabras frente al elevado número de ellas lo que diferencia a un guionista de un novelista?
Otras preguntas que ayudarían a dilucidar algo serían: qué te gusta más, ¿hablar de pelis o de libros? Qué frecuentas más, ¿una librería-biblioteca o un cine-filmoteca? (los bares no cuentan) ¿Te sabes más nombres de directores y guionistas que de novelistas y escritores?
En mi caso, admito que todo lo que tenga que ver con el cine y el teatro me motiva y emociona más que todo lo que versa sobre literatura y libros, aunque también sea fiel devoto de ellos. Pero me gusta escribir. Y leo, empiezo muchos libros que nunca acabo, quizá sea ése un buen punto: las películas acaban solas.
¿Es más pasivo un espectador que un lector? Por su puesto. Aunque se puedan emocionar o aburrir por igual. La mayor diferencia que yo encuentro tiene que ver con la temporalidad: ver una película es una sobre dosis de un par de horas, o en el mejor de los casos de hora y media, como un partido de fútbol, una atasque natural y placentero en el ser humano. Frente a leer un libro, que es un degustar más largo, extendido en el tiempo y que tú, y nadie más, maneja.
Aunque hay libros muy adictivos, me gusta el cine, me gusta escribir. Dirigir me gusta también, pero menos. Y producir, lo estoy pensando. He hecho muchas cosas en este mundillo del cine, la televisión y los cross media que ahora están tan de moda. Pero escribir -a veces más con la mente y la imaginación que con los dedos de mi mano-, es lo que más le acomoda a un bicho raro como yo.
Pero insisto: ¿podré algún día escribir una novela? ¿Me sentiré un verdadero escritor como me siento ya un pequeño cineasta? Seguro el mundo literario del que apenas ápices conozco, es muy distinto al del cine. Tanto o más como el mundo de la fotografía y el de la moda, que también –como la escritura para la imagen-, se suelen unir. Pero en este caso sobre una pasarela que acaba transformándose en el texto, papel e imagen de una revista quincenal.
Cómo se mezcla todo, qué maravilla.
1 comentario:
Por supuesto que somos escritores, por su puesto que somos cienastas. Pero ahora hayq ue demostrarlo!
HAR!
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