El guionista y Toallín

Madres que piensan en tirar la toalla al tercer mes de maternidad. Opositores hastiados que reclaman tirar la toalla por dignidad. Esposas que tiran la toalla y se despechan y se divorcian. Una bloguer enamorada que dice tirar la toalla, pero no. El futbolista que decide NO tirar la toalla. Un joven obeso que sueña con tirar la toalla y comer una dona. Un fotógrafo que dice: no seas cobarde, no tires la toalla. Y un guionista que durante un minuto no piensa en ABANDONAR PARA SIEMPRE: es el caso de amigos, es el caso de un servidor, son los casos de todos los que nos dedicamos a esto.

Creo que pocas cosas hay más naturales en la humanidad que el auto-boicot: es atractivo y produce placer, la decadencia tiene lo suyo. A mayor esfuerzo por ascender, mayor la tentativa de cerrar las alas y dejarse caer hacia el vacío meditando:

“Si dios existe, ¿me salvará de estamparme contra el suelo? (Lo cual parece inevitable dada mi facilidad para los bajos vuelos).”

            Las sanas terapias contra la tentativa del suicidio creativo de la inactividad, suelen decir que generamos una RESITENCIA mental, y nos entregamos a ella como adictos. Para soliviantarlas, se nos aconsejan cosas buenas como éstas:

* Apaga tu televisión, desconecta internet, cuelga teléfonos, deshazte de cualquier distracción porque (aunque suene obvio) si el pasatiempo tienes frente a ti, caerás. 

*No temas a la página en blanco, porque ésta NO TIENE SENTIMIENTOS. Se los has de poner tú. El pánico desaparece, salta del trampolín, asume la inmersión en el vacío. 

*Empieza tu guión en el punto y el momento que quieras, qué importan manuales. Escribes para ti, para satisfacerte. Concéntrate en tu historia, sólo eso importa. 

*Investiga, pero no en tu tiempo de escritura. De hecho, cocina, come o bebe, pero respeta tu tiempo de escritura sólo para una acción concreta: escribir. 

*No te mientas: eres tú quien te impides escribir. Pon una fecha de entrega, trabaja para alguien imaginario, si es real mejor: productor, amig*, compañía de teatro… 

*Deja de obsesionarte con los diálogos, porque con las lecturas irán tomando forma. El subtexto se irá enterrando y aflorará la voz propia de cada personaje. No problema. 

*Estructura tu trabajo: ¿Qué te intenta decir tu historia?  ¿Cuál es el tema? ¿El personaje protagónico alcanza su objetivo?  ¿Y qué hace el antagónico por impedirlo?

Eso es lo que dicen por ahí…Dicen muchas cosas pero pocas sirven y además nadie las cumple. Tirar la toalla está a la vuelta del baño. Nadie respeta ningún mandamiento, y el que lo hace es tachado de tener poco carácter, de ser un estreñido creativo.

Lo más importante, a mi modo de ver, es retrasar el momento en que te quedes sin trabajo: aunque sea como retrasar una condena, no perecer es el objetivo último de todo ser vivo, el hambre es una realidad. No se trata de perder el miedo a quedarte a dos velas, se trata de lograr estabilizarte en este mundo de la escritura para tele y cine. Se dice pronto.

Tengo amigos, todos tienen amigos, tengo amigos que las pasan canutas, que la pasan muy mal. Meses seguidos de inactividad, de no tener ni para pagar la manutención o, en el mejor de los casos, intentando generar su propio trabajo si es que todavía hay tres pesos en el bolsillo para echarse el taco.

            Pero no es hasta que estás desesperado y en el desierto de tu recogimiento y vergüenza, que te cae algo que echarte al diente. Eso sí es suerte, la suerte que le cae al que desea algo porque es lo más importante en su vida: escribir. 

            Vivir de escribir, que sí se puede, digan lo que digan los demás. Me alegro por ti, amigo RGB, te esperan unos buenos meses desarrollando un largometraje pagado quincena tras quincena, o casi. Otra vez la libraste, otra vez te salvaste de TIRAR la toalla.

            Otra vez lo haré, asumiré mi pobreza. Tarde o temprano todos hemos de hacerlo: l*s listos vivirán de becas, l*s tontos de nuestros sueños, pero al final el The End se nos estampará a todos en la frente por igual. Caerá el tiempo sobre nosotros y sálvese quién pueda, niños, viejos, mujeres y mascotas primero. Yo me quedo con el pianista y el mesero echando el último trago.

            No voy a dar consejos de cómo no tirar la toalla, tampoco voy a hacer apología de morder el polvo o picar piedra (resistir) hasta el final de nuestros días. Dudo saber hacer bien cualquiera de las dos cosas destinadas a mi oficio: darme por vencido o agachar la cabeza. Crisis tenemos tod*s, dudas también. Estamos hechos de una cuarta parte de cobardía, la mitad de pillaje, y el otro cuarto de la materia es culpa o está inerte. Nos creemos más list*s de lo que somos, y muchas veces no conseguimos trabajo o no cambiamos de dinámica por weyes. Cada uno que se inyecte su propia autoayuda, legal o ilegal.

            Yo personalmente lo mezclo todo. Soy un lector prototipo del siglo 21, (también soy su radioyente) y quemando las retinas de mis ojos las luces de mi desktop, paso de un guión a un poema, a una noticia de un periódico, al youtube, al feisbuc, a un mail, a un diálogo, y entre medias de todo: escribo. Picoteo de aquí y de allí, concentrado en la total desconcentración.
             Leer y escribir ya no es un placer que me toma su tiempo,  leer y escribir sin rumbo y sin destino es mi vida, y la más deliciosa de las aventuras. Ya no existo sino es a través de las palabras de la pantalla de una computadora. Me tachan de loco, de raro, de incoherente…

            ¿Tirar la toalla? Eso es lo que quieren los demás. A mí me ajusta seguir jodiendo la marrana. ¡Oing, oing! Aunque sea en medio de este caos mexicano. :-p