1- Que somos amargados, egoístas, mamones, sin sentido del humor y pendencieros.
2- Que nos gustan las frases estilo profundas y del tipo “te lo dije”: el sueño de la razón produce monstruos, de Paco Goya es un buen ejemplo.
3- Que fumamos sin parar.
4- Que nos gustan las antiguallas y las antigüedades.
5- Que nos gustan las pelis de misterio, suspense, y que adoramos a Hitchcock.
6- Que somos unos borrachos del 15 y siempre escribimos al lado de una botella de güisqui y un vaso de dudosa limpieza.
7- Que somos casi ancianos o lo parecemos, que es peor; que olemos a humedad y polvo.
8- Que llevamos lentes y barba blanca tipo de chivo, que estamos calvos.
9- Que escribimos en una vieja Olivetti del 79 y perdemos horas, días y dinero en encontrar las clásicas cintas negra y roja.
10- Que nos encanta escribir pelis de mujeres perseguidas por asesinos con sombrero cuyos pasos olisquean legendarios sabuesos, muy Chandler todo, pero con más sangre.
11- Que nuestros personajes adquieren vida real y forma tangible y se nos aparecen y nos hablan, nos dicen qué escribir y qué no; o de plano ya, si somos rebeldes con ellos nos boicotean y hasta nos pegan un tiro.
12- Que nos quedamos dormidos sobre nuestro escritorio y nos despertamos a altas horas de la madrugada bronceándonos con la luz de nuestro flexo de latón barato.
13- Que en nuestra más perpetua soledad de escribiente, recibimos extrañas llamadas telefónicas en mitad de la noche y por sorpresa. Nunca dejan de sonar, no salta contestador alguno y nosotros sólo miramos el teléfono fijamente durante largos minutos.
14- Que del famoso “FADE IN” al principio de la página no pasamos, pues estamos en constante bloqueo creativo que sólo se va al remojar un suculento cheque en un vaso de alcohol.
15- Que si no estamos solos, no sabemos o no nos atrevemos a escribir.
16- Que cuando contestamos a esas extrañas llamadas nocturnas, siempre al otro lado de la línea nos habla un tipo de lo más raro, normalmente negro o enano, o las dos cosas a la vez, y eso que sólo escuchamos su voz; quien nos propone la aventura de nuestras vidas, pues nos encanta sentiros héroes, espías o terroristas justicieros. De ahí sacaremos nuestra historia, de vivir las cosas “de primera mano”.
17- Que despreciamos a Jolibú, cuando la verdad es que todos morimos por trabajar en él, esto son dos clichés en uno.
18- Que nos encantan los apellidos italoamericanos, mexicoamericanos o afroamericanos para nuestros personajes. De China sólo conocemos el apellido Lee y el chop suey.
19- Que vemos a los productores como unos vagos rechonchos que parece que hacen algo pero que no pegan ni chapa y sólo se aprovechan de nosotros. Que les chupamos los hueps a los productores, que somos sus putas.
20- Que somos impuntuales, que llegamos tarde no sólo a nuestro estreno cinematográfico sino a nuestra boda, al nacimiento de nuestro hijo primogénito o al entierro de nuestra querida abuela.
21- Que siempre tenemos problemas con nuestro casero o administrador del departamento donde vivimos porque somos morosos, porque nos cuesta pagar, o porque no tenemos dinero y somos pobres y/o tacaños. En resumen, que no pagamos a principios de mes, sino que hablamos de guión.
22- Que no sabemos ni en qué día vivimos porque no tenemos obligaciones y nos despertamos al medio día cual zánganos. Y de la hora que es…ni cuerda le hemos dado a nuestro reloj.
23- Que para todo usamos la excusa/promesa de tener una reunión con nuestro productor, y que después de eso estaremos menos nerviosos, pagaremos lo que debemos e incluso, dejaremos de ser cuasi eyaculadores precoces.
24- Que apestamos, que no nos duchamos seguidamente y no es precisamente por ahorrar agua sino porque no nos apetece y ya, somos un desorden en campaña con patas.
25- Que malhablamos, que somos groseros, impertinentes y soeces. Supongo que esto es debido al ácido sanguíneo producto de la gran cantidad de tabaco, drogas y alcohol en nuestra sangre. O por la conjunta falta de esos mismos tres elementos.
26- Que soñamos, que queremos, que deseamos a esa estudiante tonta y rubia de escuela de cine que nos pide hacer un trabajo sobre nosotros, dándonos la oportunidad de pavonearnos y quién sabe, incluso hacerle el amor pero sin amor.
27- Que siempre estamos en medio de un gran proyecto que nos va a sacar de pobres y nos va a dar esa fama que pensamos que tendremos aunque nadie entre el público sepa quién escribe qué en ninguna peli.
28- Que siempre tenemos un restaurante tipo mafioso de medio pelo, donde citar a esa rubia estudiante.
29- Que tenemos nombres excéntricos tipo Aleister, Aarón, Fredy…
30- Que nos encanta usar maletines de piel marrón, viejos y desgastados. Llenos de papeles con notas, apuntes o pedazos de secuencias sin terminar.
31- Que nos encantan las gabardinas y la comida lujosa, aunque no tenga nada que ver una cosa con la otra.
32- Que siempre nos retrasamos por lo menos tres meses en la entrega de un nuevo tratamiento de guión, pero ya saben: estamos trabajando en ello, ya casi está terminado.
33- Que aguantamos cual esclavos que nos amenace con un despido el productor de turno.
34- Que siempre estamos pidiendo adelantos hasta que nos damos cuenta que ya nos hemos gastado todos los adelantos, incluso, que le debemos dinero a la secretaria de producción.
35- Que nos emputamos cual burros cuando no sabemos qué escribir y entonces la tomamos con todos, con Dios el primero. Y al ver que nadie nos hace caso, no tenemos de otra que echarnos otro güisqui entre pecho y espalda, y a chamberar cabrón.
36- Que somos parroquianos de distintos bares y en todos tenemos deudas de trago. Pero nos emocionamos sin querer que se nos note cuando el mesero nos dice aquello de vino un tipo preguntando por ti.
37- Que no creemos en el anticristo pero nos gustaría llevar un 666 grabado a fuego tras la oreja, debajo del cabello. ¡Viva Demian!
38- Que al pagar siempre pedimos nuestro cambio, aunque sean cuatro centavos.
39- Que nos encanta que no sepan a qué nos dedicamos porque no tenemos la finta de ello.
40- Que decimos siempre la verdad y además, mostramos falsa modestia hacia nuestro trabajo diciendo: es fácil, sólo cuestión de práctica, lo hace cualquiera.
41- Que llevamos el dinero arrugado dentro del bolsillo, pero como es poco y para que así nuestro comensal nos invite a la hora de pagar la cena en ese restaurante que tanto nos gusta, por ejemplo, al palparnos los bolsillos aseguramos que hemos perdido quién sabe dónde, la tarjeta de crédito. ¡Qué caradura!
42- Que la musa nos visita cuando no podemos más (sobre todo porque nos caemos de borrachos) y nos dice: tu guión será genial.
43- Que la vida para nosotros los guionistas no tiene sentido, sólo lo adquiere cuando la encierras en la cárcel de las palabras, las imágenes, los sonidos, el papel y los actores.
44- Que somos genios creadores que trabajamos toda la noche hasta caer exhaustos, de preferencia en sucios hoteles mugrosos para conseguir mayor inspiración.
45- Que nos encanta sentirnos como si viviéramos en la industria jolibudiense de los años 50, soñando con el brillo de los focos a toda madre. Tal cual clásicos filmes en blanco y negro, con mujeres fatales fumando incluidas en sus frames.
46- Que el glamour, lo fashion, la moda y el gusto por la novedad, no van con nosotros. Somos grunges del nacimiento a la tumba.
47- Que para ser un auténtico escritor tenemos que ser un poco jevis, un poco rudos, ir de caza y todo eso para que no nos tachen de mariquitas, como en el cole cuando leíamos los mejores trabajos frente a toda la clase o salón.
48- Que escribimos con significado, con subtexto, con arte. Que sabemos lo que decimos. Que lo meditamos antes, que trabajamos en nuestra historia constantemente.
49- Que nunca sabemos cómo va a terminar nuestro guión, que no leemos manuales de escritura de guión, que somos creativamente libres.
50- Que nos encanta el café instantáneo porque es fácil de preparar y nos ayuda a escribir (aunque nos dé diarrea).
51- ¡Que sabemos mecanografía!
52- Que pese a ser cobardes medulares, somos unos paranoicos que odian a la policía con la desgracia de que siempre nos caen problemas con ellos (en mi caso no es cliché sino verdad).
53- Que vivimos en un cuartucho oscuro, húmedo, feo, lúgubre, vamos, que espantaría al mismísimo Poe.
54- Que somos súper originales y nunca copiamos, ni plagiamos, ni picamos de aquí y de allá.
55- Que somos medio tontos y siempre nos liamos con la actriz más fea y…más tonta del rodaje.
56- Que estamos completamente locos, quijotescos, orates y botarates todos.
57- Que nos encanta resolver y finalizar nuestros guiones asegurando que todo fue un sueño, o de pronto sucedió el deus ex machina.
58- Que nunca pensamos en tirar la toalla y mandar a la mierda este mundo del cine, el guión, la depresión, la pose, el interés y el engaño.
Y para terminar, una pequeña recomendación: no crean todo lo que escuchan sobre los guionistas –si es que alguien habla de nosotros, claro-, porque posiblemente sea otro cliché más, otro tópico, otra reducción que sólo nos conduce a la nada más absoluta. J
5 comentarios:
¿Será que el cliché se ha vuelto (o siempre fue) parte de la vida? Ya ni sé, más vale reinventarse los clichés que seguro terminan siendo un poco de lo mismo.
He reído mucho con la entrada, es bueno volverte a leer.
Aunque eso del cliché aplica a todo, ¿no?
Saludos Don Inquilino...
*Don (de origen noble)... aunque no pague la renta
Itzel Enciso
Gracias, siñora Inciso. Es gusto mío saber que se me aprecia (y apremia). Ojalá todo vaya viento en popa, seguro sí. :)
59. Que siempre quieren ver el fin del mundo.
:p
uta, así soy. buen post.
Eres genial chaval, cada día me gusta más leerte. XDD
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