Llevo desde finales de junio de 2012 en
México DF. Mi último trabajo en Aspaña fue el rodaje de 19/03...
Un artículo escrito por el guionista Martín Román.
...un
cortometraje dirigido junto a Iñaki Antuñano. Nuestro anterior film era un
drama intimista con una protagonista principal y aquí nos lanzábamos a rodar un
thriller en un ambiente hostil, las fallas de Valencia. Para quien no las
conozca una breve descripción: calles llenas de turistas en su mayoría bajo el
efecto del alcohol y otras drogas, bandas de música tocando por las calles,
petardos explotando constantemente en el cielo y a tus pies.
Para ponérnoslo más fácil,
teníamos varios actores, entre ellos tres niños. Aunque contento con el
resultado final, durante el rodaje sentí que me faltaban herramientas para
comunicarme con los actores, un léxico con el que lograr explicar todo lo que
tenía en la cabeza. Así que en septiembre empecé un taller de actuación con el
maestro Ortos Soyuz en Casazul.
Quería ponerme en la piel del
actor y el objetivo final era participar en un rodaje en el que no tuviera nada
que ver con el guión, sólo ser dirigido y saber cómo reacciona un actor ante
las indicaciones que recibe del director.
El amigo Inquilino sabía de mis
intenciones así que cuando le contactó Carla Larrea Sánchez, estudiante del CCC, buscando a un actor español para su primer cortometraje en la escuela nos
puso en contacto. Desde el primer momento me puse nervioso “¿le
gustaré?, ¿me gustará el guión?” Imagino que estas preguntas se las formulan todos los actores.
Cuando llegó el guión me gustó la
sencillez, que no simpleza, de esta comedia romántica. A veces los directores
primerizos queriendo ser originales y hacer su gran obra caen en los clichés. Veía terreno para explorar y proponer en el
personaje que debía interpretar: Gabriel, el protagonista.
Quedamos para tomar un café y
charlar de cómo veía al personaje y el guión. La puse en antecedentes, nunca me
había acercado a un personaje que no hubiera creado yo. Carla estaba tomando el
camino a la inversa, es actriz y se está convirtiendo en guionista y directora.
Quería dirigir a los actores como a ella le gustaría que la dirigieran ¡Ese era
mi objetivo! Se decidió por mí, ¡Bien!
Unos meses más tarde empezábamos
los ensayos. En ese tiempo yo había cambiado de opinión: no quería hacer sólo
el cortometraje, también había decidido que quería ser actor (además de
guionista y director). Creo que mi disposición hacia los ensayos habría sido
igual de comprometida sin haber tomado esta decisión, pero mis nervios ante el
resultado aumentaron.
Yo había escrito ya la biografía de Gabriel y llegado hasta el momento previo en que Gabriel, Mariana (Yollotl Manzur) y Julio (Fernando Cervantes), triangulo amoroso de la historia, se conocían,
no quería influenciar en la relación que Carla quisiera construir.
En los ensayos, Carla nos guió
con ejercicios sensoriales, algunos ya los había explorado en los talleres de
Casazul. Lo que me fascinó fue el poder de estos
ejercicios. Gabriel y Mariana habían sido novios durante unos meses. El
desarrollo de esa relación –todo su arco de transformación- se construyó sin
diálogos. Y en momentos también con los ojos cerrados, sólo sintiendo el tacto
del otro, su respiración, su olor.
Tal fue su efecto que cuando
ensayamos la relación del triángulo amoroso con Julio –del mismo modo, sólo con miradas y sin
diálogos- Gabriel acabó llorando en un rincón del aula. Poco a poco íbamos
conociendo mejor a los personajes, descubriendo defectos y virtudes. Tras los
ensayos escribíamos una bitácora en la que desgranábamos los procesos y
sensaciones transitados cada día.
Con el personaje de María (Carol Félix) los ensayos fueron diferentes porque ella y Gabriel no se conocían
previamente en la ficción, el camino fue menos sensorial y más mecánico.
Durante el rodaje no tuve el
valor de ver ninguna de las tomas (la ausencia de video assist se suplía con un iPhone) para no sentirme influenciado
por lo que viera, y seguir siempre bajo la tutela de mi directora. No puedo
hacerme una idea del resultado, pero sí sé que los ensayos me ayudaron como
actor a conocer mejor a mi personaje y que a la directora encontró nuevos
detalles en ellos. Durante la filmación el uso de la bitácora me sirvió para
reencontrarme con cada uno de los estados habitados durante los ensayos.
Como actor me ayudó muchísimo una
virtud/actitud que tiene Carla y se la había oído a Luis Mandoki en un taller reciente que tomé con él: “un
director ha de estar y escuchar”. Con estas dos acciones el actor se siente protegido, con
libertad para aportar y proponer, y seguro de que su director está junto a él
en cada momento. Si no, uno se siente perdido.
Para mis futuros trabajos, como
guionista, director o actor, siento que los primeros ensayos me son más útiles.
Me doy cuenta de que en 19/03 no fueron tan sensoriales y creo que ahí
radicaron mis dudas sobre lo que trataba de explicarles a mis actores.
Este artículo es independiente
pero si quieren saber más sobre el rodaje de este corto pueden seguir el
siguiente enlace de GuionistasVLC.
Otro artículo del señor
guionista-actor Martín Román en el inquilino guionista, aquí.
1 comentario:
Martín, las mexicanas a las que rompiste el corazón te seguimos amandooooooo, papi.
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