El Guionista y sus Adicciones

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¿Cómo llevas la depresión?

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Medio mal, pero sobreviviré.

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¿Has probado a engancharte a otra droga? Suele funcionar. Yo ahora me he dejado el alcohol y me he enganchado a la coca. No duermo, voy muy acelerado, pero ya no echo de menos el alcohol.

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Ya nada me sirve. Ayer estuve en una fiesta con todo el alcohol y la coca que quisiera (y aquí la cosa es muy buena, créeme) y nada, al final me fui. La única droga que no he probado y que creo que me pudiera funcionar es el éxito y el dinero. Aunque como en el fondo y en la epidermis soy anarquista, y medio Bartleby, sólo me queda esperar a ver qué pasa. Me voy a desayunar, que me acabo de levantar. Espero que estés muy bien, de verdad lo espero, y que dejes las drogas porque al final, tristemente es algo que tenemos que dejar. Hasta ellas nos decepcionan. Son demasiado débiles y volátiles como para sujetarse de ellas. Eso quiere decir que no acaban de sujetarnos, nos dejan a merced de la vida y de la nada, y al final pierden su efecto

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Sí. A la larga todo pierde su efecto. Desayuna, que te hará bien y ya hablamos en otro momento. Abrazos.

         Mi dios también es guionista. Pues el mío es un borracho, contestó una vez mi amigo LH, escritor octogenario que trabajó un par de veces a las órdenes etílicas de don Luís Buñuel. Cuya mano calandina, sólo temblaba cuando le bajaba el volumen a su viejo sonotone por no escuchar las diatribas que sus actores argüían para no trabajar, lo peor de un divo siempre es su vagancia.

Mi amigo X, fotógrafo de Total Recall, entrado en años y canas y dos años menor que el santo difundo John Lennon, me dijo que ésta era una buena época para ser escritor en México. Los ríos de coca y sangre que corren actualmente por las calles, -según él, y no le faltaba razón-, eran el esperma y la vida de las buenas historias.

Razones para drogarse o beber hay tantas como personas, pero una muy común antes y ahora y que conecta a Herman Jacob Mankiewicz (guionista de Citizen Kane) con Chris Sparling (guionista de Buried, aká Enterrado) es la razón –o sinrazón-, del auto boicot. Ser el supremo destructor de lo que uno ha creado, ésa sí es una gran adicción. El primer guionista, Mankiewicz, envió allá por el año 40 del siglo pasado, una copia del recién escrito guión de Ciudadano a William Randolph Hearst (el auténtico Kane) quien inmediatamente se convirtió en una bestia negra para él y el director del film, Orson Welles. Y el segundo, el espabilao del Sparling, hace apenas unos días en su carrera oficial hacia los Oscar, envió nada más y nada menos que cartas llenas de reproches y reclamaciones de favoritismo a los miembros de la Academia de Cine de Jolibú, llegando al punto de que a él ya no lo invitarán a la ceremonia y que posiblemente, Buried–burrete dirían en mi barrio-, el gran éxito gringo-español del año, quede quizá descalificado y fuera de concurso. Lo cual, creo, no ocurrirá. Porque pese a la crisis ibérica, hay mucho dinero aspañó de fondos públicos destinado a invertirse en el celuloide de habla norteamericana. Siempre bajo la batuta y dirección de talentos locales, gallegos y vascos sobre todo, quienes para asuntos y bisnes con el continente americano nos llevan la delantera al resto de los hispánicos.

 El punto de todo esto es que, el pasado 1 de enero dejé las adicciones. Que, pese a tener muchos malos hábitos y ser un esporádico politoxicómano –como decían en los 80’s-, se reducían al consumo diario desde hacía 10 años de marihuana. Unos seis gramos al día me bajaban la violencia congénita de castellonense que poseo, e impregnaban con su grasa todo lo que escribía, hacía o fornicaba. En este momento sé que puedo escribir sin drogas, de hecho las drogas eran sólo puro vicio, porque si me hubieran ayudado a escribir tendría ahora por lo menos, cincuenta guiones en mi carpeta de proyectos propios. 
El primer efecto secundario de mi limpieza sanguínea (no escribo “de sangre” por lo nazi que suena) ha sido querer irme del país donde lo psicotrópico y lo surrealista se dan la mano en el alza y en la decadencia de la moral diaria, México. No voy hablar peor de mi segunda casa que de la primera. México y Aspaña son dos países donde hasta la caspa se inhala confundiéndose con la cocaína. Tampoco quiero convertirme en el degradante guionista Pat Hobby, protagónico de los 17 corrosivos cuentos que le dedicó el maestro Scott Fitzgerald, cuando dicen, intentó dejar de beber. Lo cual no consiguió a juzgar por los golpes que le propinaba a su mujer y secretaria ahora hace casi 100 años. Lo que sí me puse fue un ultimátum, si ya no soy adicto a las drogas al menos que me dejen serlo al trabajo. 

Hola amigo AF.
¿Cuándo nos vamos a ver? Te lo pregunto porque como te dije, si en este mes no amarro algo más de trabajo ya empiezo a organizar mi partida definitiva. Y bueno, si desde ya puedo saber si sale o no sale la chamba para * tv, y en qué condiciones, mejor. Mi cuerpo, mi mente y mi todo ya rechazan estar aquí y así. Quizá lo entiendas a medias porque tú eres un verdadero santo civil, pero para mí, cada día que paso en la inopia mexicana me pesa más, siento que la vida se me va. Y si he de morir (de pena o de asco) que sea en mi pueblo. Sin más dramas (de mi parte) dime cómo están las cosas por mail y así será todo más fácil y más rápido. Según te escuché por celular el otro día, las cosas ya no son iguales. Lo que me preocupa sobre todo, es tener que escribir con alguien que no conozco y que encima sea él, y no yo, el que se vaya a Los Ángeles a reescribir con el jefe de la televisora. Quedo esperando tus puntos de vista.
Saludos y que estés muy bien.

A lo que mi amigo AF contesta:

¡Hombre, cuánta coacción o como le llames! Hablé con el productor mexicano, le dije que te iba a llevar a que hables con él directamente, porque parece que ser intermediario me va a perjudicar. Le gustó tu sinopsis. Él va a Los Ángeles el lunes, pero lo mejor será que lo vayas a ver el martes o miércoles. También me llamó CS (la del HN, con quienes presentamos proyectos para Argos, ¿recuerdas?) y le di tu teléfono, porque la están buscando de TV Azteca para escribir y/o desarrollar series. Yo no avalo a nadie, sólo te recomiendo, porque eres mi amigo y me gusta cómo escribes y sé que necesitas chamba. Pero por mí, vete a España. Te voy a extrañar. Y eso es todo. Cuando arranque HMX te mando el tercer pago del guión. Y si logro vender "UTST" te aviso. Y en cuanto a chamba, hasta ahí. Creo que es lo más sano. Como amigo, pues siempre me dará gusto verte aquí, o en España. Un abrazote Inquilino.

A lo que yo, como culposo ex drogadicto le contesté.

Siento si mi tono te pareció algo coactivo (hombre, activo es, y "co" como no remita a cocalero no sé a qué se refiere) Pero nada más alejado de mi intención. Pese a mi desconfianza mediterránea nata (de fuera vendrán que de casa nos sacarán, dicen en mi pueblo) tú eres una persona a la que aprecio, estimo y admiro, por ese orden. Debe ser la falta de mariguana lo que me hace parecer más agresivo. El otro día casi mato a un vecino. Hasta que se me nivele la sangre supongo que así será o parecerá. Otros efectos secundarios son sudores fríos, taquicardias, y por su puesto enojo. Enojo que te cojo, jeje. En fin, ya sabes que yo te quiero mucho, aquí, en Aspaña o en la China, y que nos podremos matar como hermanos en guerra fratricida, pero nunca como enemigos. Estaremos arriba, abajo, delante o detrás, a la izquierda o a la derecha del Señor, pero siempre juntos. Gracias por todo. Me gusta pensar que si algún día el trabajo es motivo para romper nuestra amistad, mejor sabrás de dedicarte a otra cosa. Prrrr. :D
Espero verte pronto.

          Al final del guión, indirectamente parafraseando a Oscar Wilde, creo que mi amiga PM, actriz valenciana de agudo talento, se alzará con la razón (como muchas de las mujeres que conozco) al afirmar que: 

“El pelo crece y los vicios vuelven, lo mejor es asumirlo y sucumbir”.

          A mí de momento, esta desintoxicación ya me está costando una gran historia de amor. Aunque al liberar mi hipotálamo de THC, por las noches he vuelto a soñar. ¿Qué pesa más, soñar, o los cálidos abrazos bajo las mantas en invierno?

          Y frente a la falta contundente de porros, mejor me bebo una de las últimas cervezas gástricas mexicanas, que sé, degustaré este año 2011.

          ¡Salud y República para todos!