de la serie que estás escribiendo, que además es la amante del productor, te traiga el desayuno a la sala de juntas para guionistas… con una sonrisa de oreja a oreja.
2. Por hablar mal de la cienciología
cuando el productor, un latino de Los Ángeles, es un adepto a esa “religión”
fundada por un guionista fracasado.
3. Por insultar en voz alta al
contador-tesorero-administrador de la serie donde escribes porque tarda en
pagarte. El contador es la mano de derecha del productor.
4. Por cuestionarle al productor con la
frase, “¿tú piensas que estoy aquí para darte una clase de guión?”
5. Por subcontratar el guión de largo
que te han encargado, a un escritor-fantasma también llamado negro literario
que resulta bastante peor escritor que tú, y lo tienes que defender a capa y
espada para que nadie se entere de tu maña.
6. Por no ponerle buena cara al
productor y no reírle las tonterías y usar onomatopeyas irónicas del tipo “ajá…”,
o “tzzz…”, o “hug…”.
7. Por invitarle a beber o a consumir
algunas sustancias ilegales sabiendo que a él le gustan con el único ánimo de
caerle bien y que te dé más trabajo. Hay que contentarse con el primer no, y
dejar de insistir.
8. Por no aceptar una invitación a salir
y no dejarte ligar.
9. Por cuestionar con ejemplos de
películas o series fracasadas cualquier idea que el productor proponga.
10. Por decir sin pelos en la lengua que
tú “luchas” a favor de la dictadura del guionista y que tarde o temprano le quitarás el trabajo convirtiéndote en productor de tus guiones.
11. Por procrastinar, o sea, porque que
te pille el productor y además varias veces, haciendo cualquier otra cosa que
no sea trabajar: mirar al techo, a los actores, al fotógrafo… sacarte un moco
con parsimonia.
12. Por despotricar contra el productor
en tu blog de guionista o en tu perfil del feis, y que éste se entere.
13. Por hacer una crítica constructiva… o
destructiva. Vamos, por criticar del modo que sea el trabajo del productor.
14. Por tomarte el hecho de escribir como
algo divertido, casi en broma. Los productores no soportan, según ellos, “la
falta de seriedad”.
15. Por negarte a plagiar una idea de
otra serie de televisión o telenovela.
16. Por decirle más de una vez al
productor que todavía no has terminado el trabajo: contratará a otro y te
echará sin avisar.
17. Por dar a entender que un guionista
no es un esclavo y que tiene derechos laborales.
18. Porque seas más guapo, o guapa, o
vistas mejor que él. Porque llames más la atención que él en las fiestas: te
quieren friqui, feo y mal vestido. Cuanto más casposo, gordo o maloliente seas,
mejor les caerás.
19. Porque hables excesivamente de
política, y además seas de izquierdas.
20. Por negarte a compartir el crédito de
un guión con él, sabiendo que le niegas una tajada de los derechos de autor que
posiblemente no se merezca.
21. Por especificar en tu contrato que
durante el rodaje han de contratarte como asesor guionístico.
22. Por decir delante de él que ni si
quieras tú ves los episodios que filma porque no te interesan y estás ahí por el
mero dinero. Te quieren artista y calladit*.
23. Por estar conectado a internet en las
juntas donde se habla del argumento, la escaleta, etc.
24. Por quejarte en exceso de las
condiciones de trabajo, salario, relaciones, comida, clima… Vamos, por ser el
clásico guionista quejumbroso.
25. Por ser demasiado chismoso y no aplicar
esa característica guionística al trabajo que escribes.
(+1) Por escribir artículos como éste.
2 comentarios:
Por pedir más dinero por una reescritura. O tristemente, por no saber escribir bien...
Te olvidaste de otra que en Apanya es importante.
Por ser del pais y no ser extranjero... :-P
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