Inquilino, no dejo de trabajar y no me dejan de robar. Siento que mi desolación y abandono jurídico es total. ¿Qué puedo hacer para no tirar la toalla? Ayúdame, estoy seriamente deprimida.
Como reza la publicidad del único bufete de abogados aspañoles especializados en trabajos con
guionistas (más de 400 pelis los avalan, dicen…)
“Resolvemos aspectos conflictivos de los derechos de autor, como el alcance territorial y temporal de tales derechos, excepciones a los mismos, efectos de la inscripción en el Registro de Propiedad Intelectual, conexiones con otras disciplinas (como las que regulan la publicidad y el derecho al honor, intimidad y propia imagen de terceros), protección de las ideas mediante cláusulas de confidencialidad, y muy especialmente la redacción de los contratos.”
Y continúa con unas cuantas preguntas para hacerte pensar:
“¿Cómo puedes protegerte? ¿Conoces el alcance y los efectos del Registro de la Propiedad Intelectual? ¿Conoces las cláusulas de confidencialidad y otras medidas que pueden adoptarse para que tus expectativas no se vean defraudadas por acontecimientos imprevistos, tales como plagios o "inspiraciones no deseadas"? Puede ocurrir también que tu guion haya interesado a un productor y este te ofrezca un contrato para que lo firmes. ¿Conoces el alcance exacto de todos los puntos que en él se exponen? ¿Estás seguro de que en él están explicitados todos los aspectos importantes para tus intereses? ¿Sabes por ejemplo que los Derechos de Remuneración sólo existen en algunos países y que en estos no siempre son los mismos ni operan en las mismas condiciones? ¿Podrías asegurar que el contrato está perfectamente planteado y soluciona "a priori" posibles futuros conflictos?”
Para rematar con una certera advertencia…
“El contrato Productor-Guionista es la piedra angular de la que depende el desarrollo posterior del proyecto, y si está mal planteada puede llegar a imposibilitar su realización.”
Querida
guionista que con tanto dolor nos preguntas, no te deprimas, mejor éntrale con
todo a esos pícaros que no dejan de robarte y búscate un abogado. Hay muchas
razones para ello, pero aquí te damos las 10 más importantes.
10. ADAPTACIÓN.
Cuando
encuentras ese libro, ese poema, ese cuento o esa canción que tanto te gustaría
adaptar, antes de escribir, infórmate sobre sus derechos. Contacta con los
titulares de la obra (una editorial, una discográfica o el propio autor) y
pregunta si esos derechos expiraron, si están libres o si ya fueron vendidos
para su explotación en tele o cine.
9.
COESCRITURA.
Todos
tenemos amigos o amigas con las que de vez en cuando coescribimos. Nuestra
relación con ell*s es un matrimonio artístico, y como en cualquier matrimonio
lo normal al cabo de los años es divorciarse. El mejor momento para firmar un acuerdo de colaboración entre guionistas
es cuando las ilusiones son muchas y las zancadillas pocas. Evita malentendidos,
evita acritud, y responde a estas preguntas: ¿de quién serán los derechos?,
¿cómo se van a repartir el dinero?, ¿en qué se basarán las decisiones de venta
de derechos o reescritura?, ¿cómo se resolverán los desacuerdos?
En el mejor de los casos, el acuerdo
se quedará criando polvo en un cajón de tu escritorio y podrás dedicarte sólo a
escribir y pasarla bien con tu partener.
8. CARTA DE
COMPROMISO (SIN DINERO)
Cuando
encuentres un productor que quiere levantar tu guión, te pedirá que firmes una
carta de compromiso para que no le vayas con tu trabajo a otro y así sacar tu
guión del mercado. Dicho contrato será por unos años (de 3 a 5 es lo normal) y
como la mayoría de productores no cuentan con fondos pecuniarios, no te pagará
nada por la concesión de tu trabajo.
Sin embargo hay opciones: que te pague el 10% de los derechos
por cada año transcurrido es la más común. Aún así juzga a tu productor:
¿cuánta pasión le pone?, ¿es creíble?, ¿tiene contactos reales?, ¿posee
capacidad financiera? Si tu ojo te falla, siempre le puedes pedir a tu abogado
que te redacte un informe laboral y financiero sobre el productor.
7. SIN
SINDICATO Y CON CESIÓN DE DERECHOS UNIVERSALES A PERPETUIDAD.
En México,
el sindicato para guionistas es un reducto de otra época que no sirve más que
para frustrar tus sueños. En Aspaña, el sindicato es inoperable porque según el
gobierno atenta contra la libre competencia (= libre esclavitud). Cosas del
subdesarrollo hispánico.
Para tu productor, la cesión de
derechos a perpetuidad es el mejor panorama posible, para ti, es sinónimo de
guión olvidado en una estantería. Para evitarlo, necesitas en tu contrato una
clausula de readquisición de los derechos de tu guión transcurridos unos años.
Pero claro, si tu productor ya te pagó (algo) deseará un desembolso, ¿cómo
resuelves el conflicto de un guión embargado? O consigues otro productor que se
gaste el dinero en comprar esos derechos a perpetuidad, o mejor… te buscas un
abogado antes de ceder universalmente los derechos de tu guión, tus derechos.
6. OTRO
GUIONISTA PARA REESCRIBIR TU GUIÓN.
Es un
conflicto común. Recuerdo cuando un director me aseguró “yo para cada fase de mi trabajo quiero
un guionista distinto, así la historia cada vez se irá escribiendo más a mi
modo de ver las cosas”. Un guionista debe pensar en su contrato sabiendo
que el productor, por la razón que sea (las dos más comunes son: o no confía en
el talento del guionista o quiere un guionista renombrado en los créditos),
puede contratar a alguien más para que meta la cuchara en la obra.
Lo óptimo para las
partes contratantes: contratar a otro guionista sólo para que haga unas cuantas
sugerencias, una mera asesoría.
5. INCENSANTES REESCRITURAS.
Pesadilla al canto. Y a veces inevitable. La única moneda de cambio en
esta tesitura muchas veces infernal es precisamente el dinero. Aunque a veces
se puede llegar a otro tipo de acuerdo: “reescribo
el guión las veces que quieras, si tú me aseguras mediante contrato, que me
encargarás tu siguiente guión.”
Aún así, un guionista debe
negociar el número de reescrituras que su propia mano hará, eso es algo básico.
4. ANTES DE ESCRIBIR, CONTRATO.
Ve a reuniones y juntas, deja que el productor hable, pero antes de
escribir una sola secuencia asegura un contrato. No sólo es bueno para ti sino
también para él. Si pretende conseguir financiamiento en serio, lo necesita. Un
contrato evita peleas, hace amigos y da trabajo a los abogados culturales.
3. CRÉDITO COMPARTIDO
La cuestión del crédito es algo más que vanidad. Si no tienes crédito, no existes. Una
de las funciones de un sindicato (insistimos, inexistente en México y Aspaña) es
precisamente el arbitraje de créditos. Se compara todas las versiones y fases
por las que pasa un guión, y se decide entre quiénes se comparte o no, la
autoría. Tu trayectoria está en juego, es importante aclarar este asunto en una
cláusula del contrato porque no es lo mismo (se paga distinto) “guión de”, “historia
original de”, “adaptado por”, etc. Además, dependiendo de cómo conste tu
crédito, un guionista tiene derecho a cobrar o no en secuelas, precuelas,
spinoffs…
2. OTRO FIRMA POR TI
Imagina que tu guión se hace peli, que vas a un focus group (o
screening, o sencillamente visionado), y es el director, o el productor o su
mejor amigo el que firma tu guión, ¿qué haces? O peor aún. Ves una película y te
das cuenta de que has sido literalmente plagiado. ¿No sería natural correr a
decirle a tu abogado que haga algo?
1. EL CONTRATO QUE NUNCA LLEGA
Pasa el tiempo, se acumulan las juntas, con incómoda sutileza te dicen
que te pongas a escribir y… ese contrato que deseas nunca llega: el productor dice
que hay que hablar con el productor ejecutivo, quien asegura que el contrato
está en el despacho televisivo de un jefe de recursos humanos, quien alega que
hay un problema con la sociedad que gestiona tus derechos de autor, y culpan a
tu agente, o a ti… Excusas.
Un abogado exigirá tu
contrato desde el primer día, desde la primera junta.
Y para terminar, unas palabras del
abogado que consultamos para escribir este artículo:
“Los servicios de un abogado de entretenimiento pueden asegurar que un escritor no recibe sólo beneficios inmediatos (por ejemplo, una mayor compensación y crédito), sino también previsiones a largo plazo garantizadas por contrato, incluso cuando tales disposiciones (por ejemplo, una definición más favorable de participación de utilidades, pagos de pasivos, da derecho a la prestación de servicios adicionales de escritura en un proyecto, así como para los guiones de los proyectos posteriores basados en el guión) sólo pueden ponerse de manifiesto varios años después de que el acuerdo ha sido firmado por las partes.”
Para cualquier
caso de los aquí expuestos busca un abogado, y si habla en lenguaje del pueblo,
mejor. :D
5 comentarios:
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Nota a los lectores: este artículo no tuvo una intención publicitaria... Que una empresa de abogado utilice el artículo y el espacio para anunciar sus servicios es totalmente aleatorio. Ni los conocemos ni los recomendamos. Cada uno haga un buen uso de su libertad. Saludos. :)
Hay abogados en SOGEM, si estás ahí son gratuitos.
La cagué jaja el comentario de arriba era para tu entrada del encuentro espantoso-elite de guionistas
"Nos vemos papá" es una mala peli, le joda a quien le joda. Por otro lado diré que hacer buen cine es algo difícil. :)
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