jueves, 30 de junio de 2011

¿Cómo se empieza a escribir un guión de acción?

Ups, si sabes que tu guión va a ser de acción ya tienes un buen paso dado. En lo que respecta al servidor de ustedes y ustedas, aclararé que nunca escribí un largometraje de acción, pero si colaboré durante la segunda temporada y el principio de tercera, en una de las series de acción más famosas de Latinoamérica, el Pantera: un héroe local contra el narcotráfico mexicano.

            Yo me formé en el cine europeo, donde los símbolos imperan y la acción es inexistente, o decae de la propuesta original como un racimo de uvas tintas que se desgranan maduras. Prejuicios todos, películas gringas de acción, ninguna. Así pasé muchos, muchos años. Sin embargo, con el tiempo me ha quedado clara una cosa: el western es acción, las aventuras y las peripecias son acción, el espionaje es acción así como la guerra, el sexo, las luchas de espadachines, karatecas y efectivamente: el terror (desde el gore hasta lo cómico) también es cine de acción. En resumen, me he dado cuenta que en toda película hay acción, aunque sea del modo “torrente de emoción de los personajes”. Eso también es acción, acción dramática por su puesto, y eso es lo mismo que proyectaremos en las secuencias de acción de nuestro guión de…Action.
            Pero volvamos a lo que entiende todo el mundo por acción, que básicamente es:
-Un héroe clásico con algo especial: fuerza, inteligencia, rapidez, astucia, etc. O un antihéroe también clásico: alguien común fuera de lo común. La figura el héroe siempre oscila entre lo normal y lo extraordinario.
-Un objetivo emocional fuerte: desde algo pequeño como rescatar a su dama secuestrada, hasta algo más grande como salvar al mundo de la destrucción extraterrestre. Todo vale, héroes podemos ser todos, eso es lo que se vende.
 
-Historia contada a través de secuencias accionadas: persecución, huída, pelea, ataque, y un constante enfrentamiento con fuerzas aparentemente mayores que el héroe. Cada golpe de acción se denomina como no debe sorprender: beat de acción.
            Ojo: no confundir con el beat de los guiones anglosajones en los que la palabra significa silencio. En acción, beat significa evento, suceso, enfrentamiento.
            En el Pantera, que como no podía ser menos en el wiki referente a la serie se olvidan de mencionar a los guionistas, creativos y asesores del proyecto, y sólo mencionan al autor del cómic en el que se basó la serie para ahorrarse el productor, pagar los derechos autorales ya que el guionista del original del cómic, -Daniel Muñoz Martínez-, llevaba muchos años muerto, y muerto no muerde…, hacíamos los tres guionistas del equipo antes de abordar si quiera la escaleta de cada guión de nuestra serie, un beat sheet.
            Según la descripción más básica del beat sheet, podríamos decir que es: “to outline the major dramatic moments (beats) of a screenplay” O sea, poner sobre el papel los momentos de mayor dramatismo (o acción) de un guión.
            Nosotros lo que hacíamos era algo muy básico. La serie pertenecía al conocido formato one hour tv drama, teleserie semanal de una hora: un guión de entre 36 y 42 hojas/minutos/cuartillas, al gusto del guionista y las exigencias de la historia. Cada episodio –porque eran temporadas de 13 episodios, y no capítulos-, lo dividíamos en cuatro actos. Cada acto era interrumpido por un corte publicitario. Y cada acto tenía en su médula espinal entre 8 y 12 beats: momentos en los que la acción gira y gira destinada a la consumación, al golpe de efecto del balón hacia el larguero de la portería. A esas hojas, a esa parte del trabajo lo llamábamos beat sheet.
            De este modo nos asegurábamos que casi cada acto tuviera una pelea, persecución, sabotaje, etc. Uno de los tips más básicos, era que la acción siempre iba in crescendo para acabar el acto como se suele decir, arriba, y que te quedes como espectador, con ganas de que pasen rápido los cortes comerciales para volver a ver qué pasa en tu serie favorita.
            Luego del beat sheet escribíamos la escaleta secuenciada y luego el guión, con el mecanismo al uso para tal menester.
            Como nota graciosa decir que, uno de los problemas del género de acción al que siempre nos enfrentábamos los guionistas, y táchennos de lo que quieran, era que el personaje principal no nos gustaba, que no éramos fervientes servidores del héroe, sino que eran sus enemigos los malos, los que nos atraían mucho más, como suele pasar en la vida real. O al menos eso me pasaba a mí, llevándome al quebradero de cabeza constante de: “…sí, todo muy bien pero ¿y qué chingados pasa con el Pantera?”

3 comentarios:

Anónimo dijo...

yo quiero ser común fuera de lo común!!

Anónimo dijo...

Me intriga saber "¿por qué tanto gusto por el malo de la historia?". No tiene nada de malo ser el héroe, menos si se le puede dar la esperanza a la gente de que puede haber un salvador... Los héroes son reales y no perfectos y si lo vemos desde otra perspectiva tal vez son los "malos" en la historia contada desde el punto de vista del "malo".

El inquilino dijo...

El malo siempre es libre de hacer toda la maldad que quiera y desee, o si es malo con corazón y está preso de una maldad que lo supera, nos apiadamos de él. Supongo que además, como su objetivo es más que claro (joder al prójimo), nosotros, como él y mediante él, también nos entregamos a ello, a chingar a los demás, por eso es tan atractivo.

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