¿Explicar el tiempo de ausencia? ¿Los años transcurridos con mil ideas sobre historias que nos sucedían y no contábamos, logros y fracasos tanto como personas como guionistas? Las razones para irse y dejarte, querido guionista que me/nos lees, pueden ser múltiples pero los sentimientos son como casi siempre, concretos. Los hay de peligro, de hastío, de rencor, de dolor, de contención, de ausencia...
En todo este tiempo no hemos parado de hacer cosas, de volar por dentro y por fuera a velocidad de crucero, pero sobre todo no hemos dejado nunca de tropezar con total consciencia en los mismos conflictos, piedras, arenas movedizas y situaciones llenas de envidia, malos entendidos y mierda gratuita. El infierno a veces viene de la mano del cielo de un modo inseparable, así en la vida como en la escritura. Y aunque sea el cliché de los clichés: nunca dejas de aprender.
Así que tanto si es cierto como si es un mero espejismo esta vuelta al ruedo del bloguionismo, donde intento que sea de adeveras con la carne y la locura revueltas en el asador, siento de nuevo la sangre latir en el corazón fluyendo hasta las puntas de los dedos en el momento en el que esto escribo. Y aunque no sepa muy bien la pista de aterrizaje que estoy tomando, me siento en casa y espero estar a la altura y ser merecedor de la inteligencia y el tiempo de la mayoría de mis lectores, quizás no tod*s, pero es que algunos necios tienen muchas ganas de pelear, pero hasta los trolls crecieron. Si bien los demás lectores, los viejos/old fashion/retro-vintage que quedan de hace 10 años (quiero pensar) y también los otros, los de ahora, esos no crecieron sino que se multiplicaron, poniendo junto con los tiempos que vivimos de moda al guionista y su obra, porque cuantos más seamos más habrá para todos y más fuerza haremos.
En resumen, no hay peor ausencia que la del escritor que no escribe. Si callar fuera un premio el campo santo estaría repleto de ganadores. En cambio, si escribir no fuera la mejor condena porque te libera, tú y yo no nos hubiéramos... vuelto... a ver. Estamos por tanto ante lo que parece un ganar-ganar. Yo gano un lector y tú ganas una voz.
“Querido inquilino, hace tiempo que te quiero escribir, me gustaría saber qué me recomiendas en un tema. Quiero contar la historia de un wey que regresa a su pueblo después de un chingo de años. ¿Cómo le puedo hacer? Gracias.”Es muy sencillo, hijo mío. Cuenta la historia desde el punto de vista de la madre, que aunque ama a su hijo lo odia por interesado, y sobre todo, porque tiene una edad en la que desea vivir sola con sus tres perros, aunque sea rodeada de las heces de estos. Haz que el hijo regrese con una novia a la casa de su madre, que nunca dejó de ser también la casa de él en el fondo. Haz que la novia parezca a juicio de la madre una chica cualquiera pero que sea el amor de vida de él. Haz también que se quede embarazada y que ella lo abandone a él volviéndose al lugar de origen y céntrate en la relación de él con la madre (desde el punto de vista de la señora, no lo olvides) y deja claro que si el hijo no logra ser un buen hijo jamás logrará ser un buen padre. Eso si quieres escribir comedia, porque si quieres escribir otro género... vuelve a escribir.
Lo que sigue lo dejo a tu buen hacer. Si algún día lo terminas y nos lo envías, lo leeremos con gusto, porque es un planteamiento como la vida misma y la perfecta razón por la que uno puede estar lejos de un blog por años, y luego volver.
2 comentarios:
Gracias por volver a escribir en el blog, Inquilino.
Yo soy de las lectoras viejas y al ver, desde el 2019 quizás como en agosto o septiembre, no recuerdo, que no escribías, no había vuelto a consultar el blog. Hoy me sorprendí gratamente con tus dos post de este año que acabo de leer de un tirón. Gracias.
Voy a aprovechar el comentario para hacer de una vez, una consulta que se relaciona con el segundo post. ¿Viste la convocatoria de Filmarket Hub a un concurso de piching? ¿Cuál es tu opinión de ese concurso?
Otra vez, gracias.
Saludo con alegría tu regreso. Dale... seguí comentando. Te apoyo.
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