viernes, 17 de junio de 2011

El inquilino invitado es el invitado guionista # 1

…Y en esta primera ocasión en la breve historia de nuestro blog de guión, cedemos la voz digital, -la de tod*s ustedes y ustedas-, que es canto de sirena ahogada en tinta, al escritor -firma invitada-, proveniente from Colombia con amor, en su...

Colombo-guión

“En el mundo, o en la sociedad, o en la vida, o en lo que sea que se denomine como orden, sistema, esquema, lo que sea, siempre es desventajoso tener ciertas etiquetas, ya que el ser humano es un discriminador y prejuicioso animal. Entre esas etiquetas, aunque no sean las más comunes, las más vendidas o las más promocionadas, existen dos: ser colombiano y ser guionista.
La primera es más popular que la segunda, aunque aún no alcanza los primeros puestos en el top de las etiquetas mundiales. Consiste simplemente en ser parte del lado oscuro de la luna, cargar con una notable tradición de narcos y una guerrilla desnaturalizada en sus principios, y criminal en su esencia. La segunda es más bien del medio cinematográfico, en donde los créditos, el glamour y la fama se los llevan los directores, los actores, uno que otro productor (esos se llevan el dinero) y paremos de contar.
Viendo este panorama, es más sencillo entender lo que significa ser un guionista colombiano para el mundo. Sin embargo, aún queda por decir. Pareciera que nos ensañáramos con nosotros mismos, pero no, es la realidad la que se ensaña.
La industria del cine en Colombia es larga, incipiente y recientemente prolífica, teniendo en cuenta los parámetros de esa misma historia. La Ley del Cine, que permite descuentos a las empresas en sus obligaciones fiscales, y el desarrollo del video, permiten que cada vez más gente haga cine, eso sí, con casi nulas posibilidades de exhibición y distribución, que siguen siendo el gran obstáculo, no sólo en Colombia, sino en toda Latinoamérica.
En este contexto abundan los que creen que el “cine de autor” consiste en escribir el guión y dirigir la película, así que no dejan espacio para que un mugroso guionista manosee sus geniales iluminaciones audiovisuales (de hecho la Asociación de Guionistas Colombianos es una gran colección de directores), lo cual muestra un alto grado de ignorancia, pues la gran mayoría de los grandes personajes de la película titulada “Historia del Cine” se hicieron de buenos guionistas para reforzar sus películas.
Así pues, el guionista en Colombia tiene realmente pocas opciones: picar en la televisión, picar en la docencia, picar en pequeños proyectos, picar en lo que salga y reinventarse para acomodar su perfil a nuevas opciones laborales. La televisión, como en toda Latinoamérica, es excluyente, arbitraria, interesada, limitante y exclusiva para unos pocos, no necesariamente por méritos. La docencia es escasa, mal pagada y muy inestable. Los pequeños proyectos sirven para soñar, soñar como guajiro, soñar como el niño que quiere ser astronauta.
Hace poco tiempo relativamente, la Real Academia hizo algunos cambios a la ortografía de algunas palabras, entre ellas la palabra “guión”. Decretaron que ahora se escribiría sin tilde. Bien, pues en Colombia “guión” se escribe más sin dinero que sin tilde.
Ser guionista en Colombia es una experiencia trascendental. Te hace reflexionar acerca de la vida, del cine y del futuro, generalmente con preocupación. Te obliga a pensar en quién eres, en qué quieres hacer realmente, es decir, tienes la vida de los depresivos.
Una buena alternativa para alguien que quiere ser guionista, sea donde sea, pero especialmente en Colombia, es la de tomarse muy en serio la profesión. Con esto me refiero a escribir guiones, a repasar la teoría dramática, a conocer el mundo del cine, especialmente el mundo del guión. Es decir, si no te puedes convertir de una vez por todas en un guionista laboralmente, entonces lo que queda es convertirte en un guionista por convicción, por gusto, por pasión, por amor al arte, como se dice por estos lares.
Como dijo alguna vez John Lennon: “La vida es lo que te pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes”. Durante el tiempo que te preocupas por resolver tu futuro la vida sigue, así que lo mejor es que te diviertas.
De cualquier forma es importante pensar en pellizcar dos o tres pesos que permitan que tus bolsillos no sólo sirvan para calentarte las manos. Ojalá pensar en algo más para ir construyendo alguna forma sostenible de vivir como se quiere.
Sólo queda colarse en lo que se pueda. Decir que sí a todo lo que tenga que ver con el asunto de escribir para audiovisuales. Vivir. Me están dando un poco de náuseas por hablar con este lenguaje de motivador de empresa barata, pero bueno, si lo pienso bien, creo que el que habla es mi pesimismo histórico.
Hay poco por hacer en este difícil contexto y poco hay que podamos hacer para salir de él. No queda más que continuar y vivir. El mundo del cine nunca será decepcionante como el mundo real, así que es una gran idea sumergirse en él por completo. Tal vez algún día se filme alguno de tus largometrajes y hasta puedas entrar a la Asociación Colombiana de Guionistas.
Gracias al Inquilino por invitarme a su cuarto de alquiler.”

Gracias a ti, Inquilino invitado, o lo que es lo mismo, invitado guionista, por compartir con todos nosotr*s tu sabiduría bogotana. 

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Que deleite poder ver a travès del orificio de la serradura de ese cuarto de alquiler y encontrarse con las reflexiones de un guionista colombiano, sobre todo porque como en los guiones que màs me gustan, las historias que màs me gustan, dentro a la crueldad del mundo se lee un hilo sùtil de esperanza. Georgina

Anónimo dijo...

es que la nausea se vuelve una especie de somatización de sanidad, y si, vivir y escribir, seguir haciendo lo que a uno le gusta y defendiendo del contexto la vida que uno quiere. Muy buen ejercicio Inquilino, hartamente bueno. JG

Anónimo dijo...

pues en Colombia y acá sucede lo mismo... sigamos depresivos a amar esto y a divertirse o de plano a rebootearse que es lo que está de moda jeje... pero sea lo que sea a seguir amando al cine!!
RGB78

El inquilino dijo...

No es lo mismo, México aunque jodido, está mejor que Colombia. No sé si porque fue industria cinematográfica en el pasado, o porque Joliblú está más cerca y los latinos de allá son más mexicas que otra cosa. Pero no olvidemos el terrible término que se escucha desde hace pocos años en estas tierras: la colombianización de México...uuuhhhhh, que viene y el Coco y llegó para quedarse!
Por cierto, me preguntan quién hay detrás de este artículo, y si el Inquilino Guionista es un compendio de locos ex alumnos de guión del CCC... Quién sabe, todo puede ser.
;-) Saludos y reitero mi agradecimiento al Inquilino Invitado, o sea, al invitado guionista.

Anónimo dijo...

Antes podía dar click para decir, sin escribir, si el artículo se me hacía interesante, chistoso, etc...
Saludos, y nuevamente gracias por compartir experiencias. A.

Anónimo dijo...

Querid* A, lo hace para que comentemos, mira que es mañoso este inquilino..o no??

Anónimo dijo...

Era de adivinarse, si ni siquiera paga el alquiler a principio de mes, es porque tiene sus mañas.

Anónimo dijo...

Muy buen artículo el de este colombiano. Felicidades.

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