viernes, 28 de junio de 2013

El final "markovitch" del 2do Encuentro de Escritores Cinematográficos. Parte 3

 Así como algunos ociosos se preguntan cuánta gente estará haciendo el amor en este preciso momento o cuántos perros ladran al mismo tiempo en el mundo, yo, sibarita del ocio me pregunto: ¿Cuántos guionistas se estarán quejando de su deplorable realidad mientras escribo esto?

¿Qué pasaría si todos los guionistas del país, para comenzar, saliéramos de nuestras cuevas  para hacer sonar nuestras cacerolas resentidas al unísono (y de paso para que nos dé un poco el sol)?

A pesar del arranque lento, el II Encuentro Iberoamericano de Escritores Cinematográficos alcanzó su punto más alto en su tercer día. Algunos invitados de lujo estuvieron ausentes: Beatriz Novaro (Danzón) y Luis Estrada. El penúltimo día arrancó con Laura Santullo (La Demora), Lucía Gajá (Mi vida dentro) y César Lucena, de Venezuela, quienes compartieron sus experiencias sobre el papel del guionista en el proceso cinematográfico, donde se estableció que desde el origen de la idea originaria hasta el momento del rodaje e incluso en el montaje debe estar presente, ya que la historia que comienza con una idea se termina de narrar en la sala de edición.
La mesa dos del día, la octava del programa, conformada por Enrique Rentería (Todo el Poder, Ciudades Oscuras), Senel Paz (Fresa y Chocolate), Rafael Montero (Cilantro y Perejil) y Carlos Henao (La Vendedora de Rosas) quizá haya sido la más clara, concisa y con una verdadera y profunda reflexión, la cual pudo ampliar temas que el día anterior se rozaron con dictámenes prejuiciosos y dogmáticos.
Por ejemplo, Montero fue el primero que hizo una reflexión equilibrada en que planteó la necesidad de una estructura modelo, sin tomarlo como receta sino como herramienta.  El otro punto fue la necesidad de hacer un análisis real de cuántos guionistas están viviendo de la escritura y por qué no se ha logrado que el guión tenga un reconocimiento dentro de la industria, y qué tanto invierte la industria para promocionar la calidad de los contenidos y profesionalizar al guionista.

En resumen.

1.- La desprotección del guionista y la paradoja de que la industria tiende a denostar en América Latina al guión cuando es la base, el pilar de los contenidos y de la misma industria.
“¿Qué tanto invierten los productores e inversionistas en la escritura del guión?”
…planteó Henao…
“…porque en ese sentido los guionistas estamos sumamente desprotegidos”
…lo que incide directamente en la no profesionalización de la labor de escritura para cine.

2.- La estigmatización de los modelos de EU frente a la tendencia a hacer “cine de autor”. Éste último sólo busca participar en la red de festivales y en el cual las motivaciones del autor tienen raíces narcisistas para obtener reconocimiento dentro de un círculo respectivamente cerrado. Ese cine tiende a ser “autista” y deja de lado la conexión con el público, lo que afecta a la fertilización de recursos para aumentar la producción de más obras cinematográficas. 

3.-La industria tiene una compleja cadena que comienza del guión, pero cualquier integrante de esa cadena cree que puede escribir sus propios guiones. 
“La verdad es que en esta industria no todos podemos ser directores de fotografía, pero sí todos pueden escribir un guión. Sin embargo, no todos son guionistas porque no tienen la vocación ni la necesidad intrínseca”
Otra vez, Henao dixit.
El peligro de la generalidad que hubo en las mesas anteriores se compensó con la lucidez de ésta de las pláticas subsiguientes de Carlos Bolado y de Paula Markovitch.
Carlos Bolado, un histrión innato, contó su experiencia como director y guionista e hizo énfasis en la importancia de la investigación previa a la escritura de ficción para enriquecer el mundo el cual se está tratando de retratar. Bolado subrayó que el lugar del guionista también es el set y la sala de edición, ya que debe ver el resultado de la película.
Y el momento esperado de la noche llegó (redoble de tambores): Paula Markovich en conversación con Caiozzi. Un giro radical de tono, la guionista y directora de El Premio provocó controversia con su postura implacable que siempre la ha distinguido. ¿El guión de cine es literatura?
Ufff! Una pregunta que ha estado en tela de juicio por décadas es contestada sin titubeo:
“La escritura para cine es literatura y es dramaturgia”.
Por un lado, la imagen no es privativa del cine, por otro, la riqueza del lenguaje es su herramienta de trabajo como lo es para el literato…
“…y si el guionista descuida el lenguaje, es como si estuviera escribiendo sin escribir”.
La postura de Paula al respecto tiende a una reivindicación social, es decir, a partir de un rescate estético y del valor de la obra busca transformar la visión social que se tiene del guionista, lo cual podrá cambiar las condiciones del escritor cinematográfico en la industria. La solución que propone Paula viene desde el artista mismo: considerar tu texto una Obra y a ti mismo un autor.
“Ser guionista es un camino a la infelicidad, yo no recomendaría a nadie que lo fuera”.
La risa me surgió porque mi estómago, mi orgullo y mis superyó muchas veces me han reprochado eso mismo.
“Hay que ser guionista y novelista. Guionista y director, pero no sólo guionista”.
Paula describió un estado de ánimo que nos invade a muchos de nosotros, resumió lo que muchos de mis compañeros de Bolivia, Chile, Uruguay, Argentina, Brasil y España hemos estado comentando en los fructíferos pasillos del encuentro. Dijo que…
“...el problema es la dignidad artística. Parte de la chamba del guionista es propiciar cierto nivel y evitar el despojo; no dignificarse es perjudicial como artista porque despoja de las únicas tres ideas que se le ocurren en la vida al escritor.”
Conclusiones del II Encuentro de Escritores Cinematográficos.

Escritores cinematográficos, seres que se han instalado en su condición de solitarios, tímidos, mal alimentados, atormentados, poco comprendidos y aceptados en la industria sólo como transcriptores, o como me gusta llamarnos, changuionistas al servicio de las genialidades de los directores, nos encontramos en este encuentro un foco de concentración para dialogar.
Otra vez, encontré en los pasillos una feraz retroalimentación; me vi enriquecida entre los colegas que nos comprendemos y nos aconsejamos desde nuestro propio extravío.
En los paneles hubo de todo, desde gente admirable que sirve como ejemplos de lucha, resistencia y soluciones, estéticas y sociales eficientes, y otros egos que sirvieron como contraejemplos de lo que un guionista comprometido con su comunidad no debe hacer. 
El II Encuentro terminó con sus errores y sus aciertos, con sus altas y sus bajas… Lo cierto es que hay necesidad de foros que convoquen y concentren, son indispensables para una comunidad de seres tendientes a victimizarse, a segregarse, a intimidarse por la ferocidad de la realidad.
Lo dijo claramente Víctor Ugalde…
“Los productores avariciosos quieren dinero para comprarse autos, los guionistas quieren ganar dinero para comprarse tiempo para seguir escribiendo sus historias”.
La creatividad es nuestro mazo para aplastar y convertir la realidad; hay que utilizarla no sólo para crear personajes y tramas, también para construirnos un estilo de vida. Si la dignificación es el camino para obtener dinero, y éste nos sirve para vivir de lo que nos apasiona no nos queda más que salir de la cueva, golpear la cacerola como llamado a la manada y buscar la manera de sabotear la supuesta condición del guionista (y para que nos dé el sol de vez en cuando).


La Maga (@lamagaoculta), autora de éste artículo y los dos que lo precedieron (Parte 1 y Parte 2), se ha estrenado como guionista-inquilina-reportera licenciándose con sobrados honores. Ésta es una de esas ocasiones en las que agradecer se queda corto, aún así, ¡muchas gracias! Saludos al mundo guionístico hispanohablante desde el :-DF.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Celebro que quien escribe, tras sus dos últimas entregas, reconozca que el II Encuentro de Escritores de Cine es un gran logro en cuanto a la comunicación y actividad colectiva, creativa y gremial de los guionistas.

Nunca vi en mi vida, y eso que vivo en los Estados Unidos, una actividad semejante de solidaridad, intercambio y nuevas ideas. El Encuentro debe sostenerse en el tiempo, se aprende un montón.

Hay que abandonar la quejadera, reemplazar el chismorreo de redes sociales por la escritura. Me sorprendió el método de Laura Santullo: Escribir primero cuentos y novelas de sus historias, para después adaptarlas a la "camisa de fuerza" que es el guión.

Eso es oficio. Eso es enriquecer el ocio durante el ejercicio sano de la soledad. Un guionista -y escritor- no se hace copiando y pegando noticias sobre guión. Un guionista invierte su rato de ocio y soledad creando, escribiendo.

Larga vida a II Encuentro...


El inquilino dijo...

Efectivamente, el escritor no se hace copiando y pegando noticias sobre guion, se hace escribiendo. Pero así como el Encuentro da un servicio y cobra un alto precio por ello, nosotros damos un servicio totalmente gratis a la comunidad guionística y además vivimos de la escritura en tele, cine y teatro, no de Ibermedia ni de Imcine. Su último comentario sobraba, pero en fin, allá usted, "anónimo"...

Anónimo dijo...

No faltaba tomárselo a "personal". Pero es la verdad. Gente que desconoce tiende a descalificar. En el Encuentro se habló de guión desde muy diversos ángulos, no de un "balconeando" para guionistas, jajaj, esto parece un TV y Novelas del guión...

Larga vida para todos y todas (aquellos y aquellas) que escriben de sí mismos y sus experiencias, en vez de quejarse eternamente y una y otra vez y que, finalmente, son quienes no escriben absolutamente nada.

Del anónimo habría mucho que conjeturar de esta página.

¡Larga vida al II Encuentro!!!

Anónimo dijo...

Uno de los principales defectos de los guionistas es quejarse de su situación.


Si un guionista se la pasa el 20% quejándose de su situación y otro 20% autocompadeciéndose (o cualquier porcentaje que gusten) ¿No sería mejor que ese tiempo lo ocuparan en otra cosa? Coger, comer, escribir, investigar, ver cine y un largo etc.


Extraño que en el famoso encuentro de guionistas, los mafiosos wannabe de "El Garfio" no hayan invitado a un guionista productor: Edgar San Juan. Que produce para que le respeten sus historias.

Extraño que en el famoso encuentro que organiza El Garfio no hayan hablado del bodrio colectivo que escribieron, que se filmó y que no se ha estrenado. ¿No era un buen momento este encuentro para promover su película? ¿O para quejarse que no encuentran distribuidor?

Extraño que el famoso encuentro hayan llamado a seudoguionistas como Hiriart.


Extraño que en el Encuentro no haya habido una mesa para tratar de lo anquilosado que es el Sindicato de Guionistas, y su eterna e inútil líder.

Extraño que en el Encuentro no se haya hablado del desastre que es la SOGEM

Total, hay que organizar un encuentro de guionistas para obtener dinero del estado ya que como guionistas, El Garfio obtiene poco.

Anónimo dijo...

Algo me dice que el encuentro se repitió a sí mismo de acuerdo al primero. Salvo algunas cosas, menos mal que no fui.

Anónimo dijo...

EL primer anónimo es un conformista ardido, qué pena que venga a miar a único medio informativo, divulgativo, a veces crítico y GRATUITO que hay sobre guion en toda LA. ¡Larga vida el inquilino!

Anónimo dijo...

El Sgundo encuentro fue una copia mala del primero. Y pero, la gente del garfio es grosera y además malos entrevistadores, si hubiera donde reclamar pediría de vuelta mi dinero!. SSSSSGGGRRRR

Anónimo dijo...

El Encuentro es un foro fundamental para crear una red de guionistas a nivel iberoamericano, pero eso no suprime la imperante necesidad de mejorarlo, de hecho la importancia que tiene exige que haya un compromiso mayor por parte de los organizadores. Hace falta más trabajo, seriedad y compromiso, sí, por parte de todos, incluidos nosotros, pero la autocrítica tendría que ser un músculo entrenado para todo aquel que se dedica a esto, y aún más si comienzas un proyecto tan importante con éste.
Por otro lado quejarse no quita tanto tiempo como creen, eh! De hecho yo escribo y me quejo al mismo tiempo. Aparte hay una diferencia enorme entre queja y crítica, aunque como digo en mi texto, los guionistas somos quejumbrosos, ya sea por naturaleza o por mecanismo de defensa, sin embargo no nos quedamos en el limbo de la queja o la crítica estática, muchos buscamos una transformación auténtica de las condiciones en las que nos enfrentamos, desde nuestra trinchera (tratando de comprar tiempo para escribir y resistiendo la carestía) y otras yendo a congresos para cuestionar lo que creemos que afecta a nuestra labor. Larga vida al Encuentro? Esto no se trata de fanatismos, se trata de propiciar un mejor panorama.

Atte. La Maga

Licencia Creative Commons
el inquilino guionista se encuentra bajo una LicenciaCreative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported.