Un elenco desbalanceado: los números que no engañan
Solo el 16% de los guionistas de cine en el Reino Unido son mujeres, y la televisión no se queda muy atrás, con un 28% de episodios escritos por ellas. Podría pensarse que las historias femeninas no venden, pero aquí viene el giro irónico: las películas escritas por mujeres tienen mejores críticas, mayores ingresos en taquilla y hasta reciben mejores puntuaciones del público en IMDb.
Entonces, ¿por qué no se les está dando más espacio? Aquí entran en escena tres villanos: el prejuicio inconsciente, las decisiones de contratación “expertas” y un sistema que parece diseñado para mantener el estatus quo.
Géneros: el círculo cerrado
En géneros como acción, ciencia ficción y terror, el protagonismo masculino es indiscutible. Mientras tanto, los géneros “más femeninos”, como el drama o el romance, acogen a la mayoría de las mujeres guionistas. ¿Casualidad? Difícilmente. Aquí parece que las decisiones de contratación no solo ignoran el interés del público femenino en géneros “masculinos”, sino también perpetúan un círculo vicioso que encasilla a las mujeres.
Presupuesto y prestigio: escalones resbaladizos
El informe también muestra que las escritoras son relegadas a producciones de presupuesto medio o bajo. Las películas de gran presupuesto (más de 10 millones de libras) rara vez tienen un guion femenino, aunque éstas tiendan a ser más exitosas. Parece que el techo de cristal en esta industria no solo existe, sino que está blindado.
Excusas y realidad
Una de las explicaciones recurrentes es que las mujeres “prefieren” ciertos géneros o roles. Sin embargo, esta hipótesis también se derrumba con los datos: las escritoras no acceden a proyectos con presupuestos altos ni a producciones más prestigiosas porque las decisiones de contratación están plagadas de prejuicios inconscientes y sistemas poco regulados.
Soluciones: ¿reales o de película?
El informe propone soluciones concretas, como establecer cuotas de género, aumentar la transparencia en los procesos de contratación y ampliar la recopilación de datos sobre diversidad. Pero, ¿será esto suficiente para cambiar una industria que parece funcionar como un club exclusivo para hombres? Las críticas no son alentadoras, pero al menos hay un plan.
Una visión desde México
Desde una perspectiva mexicana, la historia resuena como una película conocida: aquí también las guionistas enfrentan retos similares, aunque con un sabor local. El cine mexicano, tan lleno de talento, a menudo perpetúa la idea de que los hombres escriben las grandes epopeyas y las mujeres los dramas íntimos. Sin embargo, figuras como Fernanda Valadez o Issa López están demostrando que las historias escritas por mujeres pueden conquistar festivales internacionales y redefinir lo que significa éxito en el cine.
Esta lucha no es solo por la representación, sino por el impacto cultural que tiene permitir más voces diversas. Después de todo, si la narrativa global del cine y la televisión sigue siendo dictada mayoritariamente por hombres, ¿cómo podemos esperar que refleje las verdaderas complejidades de nuestras sociedades?
La moraleja de esta historia
El informe no solo expone la discriminación sistemática, también destaca que cambiar esta narrativa beneficiaría a todos: más mujeres en el proceso creativo podría significar historias más diversas, mayor calidad y, quién lo diría, más ingresos.
Conclusión final: la desigualdad de género en el cine y la televisión no es una cuestión de talento ni de preferencia; es un problema de estructura. Y como cualquier buen guion, la solución requiere reescribir las reglas del juego. Porque si las escritoras ya están conquistando al público y a la crítica, ¿qué está esperando la industria para darles el lugar que merecen?
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